«El arte está prostituido y la pintura en particular»

-¿Qué les dice a los que no entienden su obra? -Que estudien (risas)... No todo el mundo está capacitado para entenderlo todo. Lo importante es que al ver una obra te dé un toque en el corazón, que te guste, independientemente de las técnicas y estilos. Aún así, si mi obra no gusta o no se entiende, no pasa nada. -¿Hay arte en la improvisación? -Por supuesto. Cuando te pones delante de un lienzo en blanco te corre un gusanillo por el estómago... El arte tiene que tener sus dósis de improvisación. -¿De qué color es el miedo? -No tiene color o, tal vez, el negro, que es la ausencia total de color. -¿Cuándo le pone título a una obra? -En el momento en que empiezo a darle forma, cuando surgen los colores y las texturas. Aunque a veces parto de una idea preconcebida. -¿Y el precio? -Me cuesta trabajo ponerle precio. Porque, ¿cómo se valora? ¿Quién valora la creatividad?. La mayoría de las veces, necesito un asesor. El precio no es lo más importante. Prefiero a un enamorado de un cuadro regalárleso, que a otro que me pague y lo arrincone. -¿El arte está prostituido? -Sí, está prostituido; y la pintura, en particular. Prueba de ello es que muchos recién licenciados en Bellas Artes lo que buscan es el reconocimiento rápido. Se está perdiendo el romanticismo en la pintura (algún amigo se reirá). No tengo pretensiones en la pintura, así que puedo decirlo. -¿Invertiría en arte? -Invertir hoy es de cretinos. Gastarse 18.000 euros en un cuadro pensando que es una inversión, es un error. Hay que comprar cuando una obra te seduce, cuando te enamora. -¿Por qué pinta? -Porque pintar es vida, es pasión. Te corren mariposas frente al lienzo en blanco. Es como respirar. Y porque todos tenemos una vena creativa que hay que exteriorizar. -Su exposición en Cobo''s Gallery se titula «Estímulos», ¿cuáles son esos estímulos? -Estímulos sensitivos, tactitles, para el corazón, para la mente... Cada cuadro tiene que ver con ellos; también los títulos y textos que los acompañan. ¿Qué es la vida y cómo nos movemos si no es por estímulos? -¿Hay silencio en los cuadros? -En algunos, sí. En otros, soledad... Incluso, contemplando un cuadro se aprecian ese silencio y esa soledad. En la abstracción los títulos orientan al espectador, aunque cada uno emprende luego un sendero. -¿Cuál es su concepto de la belleza? -No tengo un criterio claro. La belleza está en cualquier parte, en una mujer, en el mar, en una flor, en una mirada, en una palabra... Cosa más complicada es verla, pero belleza hay en todas partes. -¿Qué le inspira? -Casi todo. Serrat dice que las musas a veces se van de vacaciones. La mujer me inspira muchísimo. Aún sin un pincel en la mano estoy todo el día pintando con el pensamiento. -¿Sólo triunfan los artistas oficiales? -Sí (entre comillas). Es a los que menos trabajo les cuesta triunfar. Yo no soy de los que llama a puertas o se baja los pantalones... -¿Cuál es el mejor elogio para una obra? -Que la gente te diga que le gusta. A veces, basta con ver cómo alguien mira un cuadro. -¿Cuál debe ser la actitud de un artista? -Confiar en lo que hace y, sobre todo, humildad. Nada de miradas altivas. Hay que trabajar, paso a paso. -¿La mirada del artista es diferente? -Pudiera ser. Tal vez vemos más matices que el resto no aprecia. Lo digo sin pretensiones. Puede ser o no un don.