«Fidel deja chiquito a Sadam» dice el veterano disidente Huber Matos

«Fidel deja chiquito a Sadam> asegura desde la atalaya de sus esplendorosos 84 años el cubano Huber Matos Benítez (1918). Sabe de qué habla. Líder de primera hora en la revolución cubana, pasó de barbudo a disidente en apenas nueve meses. Purgó su osadía con 20 años de tortura en las cárceles castristas de las que creyó que nunca saldría con vida. Exilado primero en Costa Rica y luego en Miami, Matos está ahora en España por primera vez para presentar sus memorias, Cómo llegó la noche (Tusquets). En su sosegado discurso, durísimo contra Castro, no hay un ápice del fanatismo propio de los opositores de Florida. Cree Matos que Fidel morirá matando, y que en su delirio totalitario espera incluso provocar una invasión de la isla por parte de Estados Unidos que justificaría cuatro décadas de régimen Matos compara a su ex compañero de armas con Pol Pot o Stalin: «Quizá fui el primero en detectar el afán dictatorial de Fidel, pero no el único» . «Castro Tiene un inteligencia genial para la maldad, es un artista perfecto que se mueve en un gran vacío ético, y es dueño de un ego increíblemente gigantesco».