La mujer protagoniza la muestra de Jaime de Jaraíz en Bernesga

Mujeres ejerciendo toda la fascinación de su belleza. Mujeres explicando en su mirada tierna pasión de maternidad. Mujeres bajo el arco iris o bajo paños dignos de Zurbarán. Mujeres pintadas, pero llenas de vida... La mujer y el silencio, la mujer y la belleza, es uno de los temas preferidos del pintor y músico Jaime de Jaraíz que estos días muestra su obra en la sala Bernesga. De Jaraíz es un enamorado de la pintura de Leonardo y se nota cuando pinta a madres embebidas en el misterio milagroso de un niño, mujeres que son una personal recreación de la vírgenes de Da Vinci. Pero en la exposición hay mas, hay impresionantes bodegones llenos de sencillez y soledad en el los que un motivo cualquiera sirve para crear una atmósfera sugerente en la que siempre parece estar a punto de suceder algo, de empezar una historia. Hay otros bodegones más divertidos, protagonizados por uno de sus elementos preferidos: los huevos, de los que el pintor extrae toda la belleza de su perfección geométrica y a los que transmite toda la exactitud de su blanca sencillez. Y, por fin, hay una serie de extraordinarios dibujos en los que Jaime de Jaraíz deja las riendas sueltas a la imaginación y en los que nos muestra un divertido barroquismo. La pintura de este artista transita por un espacio muy personal, está al borde del realismo más absoluto, pero a veces se convierte en simbólica y surrealista y en ocasiones tiene citas metafísicas que obligan al espectador a realizar un ejercicio de síntesis. Estamos ante un gran artista al que no se le puede negar su modernidad a pesar de beber siempre en las fuentes más académicas del clasicismo. Presentó el pintor, además, un monumental libro titulado Jaime de Jaraíz, un clásico del siglo XX , en el que han colaborado más de medio centenar de escritores y críticos de arte, en el que se reproducen más de 800 obras del artista y que se acompaña de dos discos con la música por él compuesta.