Halffter: «Es un milagro que aún exista el Festival de Órgano»

El compositor Cristóbal Halffter que ha vuelto a quedar segundo en la votación del Príncipe de Asturias de las Artes ha manifestado ayer a este periódico que «es un orgullo estar entre los nominados desde hace dieciocho años porque eso quiere decir que aún cuentan contigo. Porque ¿qué hago yo el día que me lo den? De esta manera aún continúo en la brecha, a lo mejor otros dieciocho años y eso es importante para mí». Halffter que en la tarde de ayer hizo entrega al director del Festival de Órgano Samuel Rubio de su última obra Vitral con motivo del XX aniversario de la creación del evento musical leonés, fue duro con las instituciones al recriminarlas su falta de sensibilidad para con un Festival como el de Órgano con veinte años de andadura y un prestigio internacional de primer orden pero con deudas que hacen peligrar su continuidad. «Es un auténtico milagro que el Festival de Órgano aún continúe vigente dada la escasa, por no decir nula, sensibilidad de las instituciones para con él. Lo he dicho mil veces y no me cansaré de decirlo en todos los foros que haga falta. Es un lujo para León y para España el contar con este acontecimiento cultural. Desde las instituciones regionales y locales no se valora el esfuerzo tan enorme que se está haciendo y el resultado que culmina con un presupuesto irrisorio». Pasando a la otra faceta de Halffter como director del Curso de Composición de Villafranca del Bierzo que este año llega a la XIII edición, el compositor afincado en Villafranca manifestó que la edición de este año estará dedicada a «Música y Naturaleza» al que acudirán como en pasadas ediciones alumnos de distintos países para seguir durante una semana este Curso en el que participan como docentes, además de Cristóbal Halffter, los compositores Tomás Marco, David del Puerto, José María Sánchez Verdú y José Manuel López. «Es una labor que ha mantenido su continuidad a lo largo de estos trece años gracias al esfuerzo de muchas personas vinculadas a él y sobre todo a la confianza que he depositado en las instituciones, la misma que a partir de ahora deposito en el nuevo equipo de gobierno de Villafranca y que espero no me defrauden». El compositor que acaba de concluir una obra que la Filarmónica de Viena le había encargado para el Festival de Salzburgo de este año titulada Adagio en forma de Rondó , tiene una triste historia que tuvo su origen el 11 de septiembre del 2001. «Yo tenía la idea de escribir un Rondó que es una suerte de danza alegre y desenfadad como es el espíritu de la Sinfónica de Viena, pero cuando esa mañana me pongo manos a la obra ocurren los sucesos de 11 S con lo que me trastocó toda la idea de la obra. Pero conservé la idea del Rondó y por eso el título que es a su vez una contradicción».