Diario de León

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TRAS EL TRAMPANTOJO al fresco con que lucen los partidos su paisaje y programa de flores se oculta con fina labor de albañilería una caja ciega, sorda y muda, pobrecita; y tras esa caja se esconde un político conseguidor que torea sobre una mesa camilla con un talón-muleta en la izquierda y el descabello en la derecha en la que se conoce como suerte natural; y tras el torero con mandil que oficia en la ejecutiva procurando fondos se alza un empresario picador que saca cinco litros de sangre a cada morlaco que se le cruce en arremetida. La España municipal de estos días corporativos anda revuelta de insidias, sobornos, traiciones, pactos, arrejuntamientos y follando la fe del pueblo por detrás y con tal ímpetu en la metida, que el desgarrón de esfínteres se da por hecho y aquí andamos todos nadando -o naufragando- en una hemorragia de sangre y mierda. Puta democracia es lo primero que exclama el violado por esta actualidad. Puta hipocresía, dice aquel otro viendo que a los socialistas les han puesto un ventilador en el culo, cuando resulta ser esta práctica del untamiento la norma generalmente aceptada y olvidadiza, como si jamás hubieran existido los Méndez Pozo, los Peña burgaleses, Naseiros, Cuiñas, minerías entocinadas, amigos en tropel de codicia, la bimba en verso y rimas de pie quebrado... En este Jauja nuestro nos escandalizamos ante los tamaños y tamayos de la cosa. No es para menos. Pero espantadito me sigo quedando cuando la dimensión doméstica y provinciana de esta corrupción sistematizada (esto es, inherente al sistema) pasa desapercibida, consentida y es camello que cruza por el ojo de la aguja a través del cual la política y la información relatan lo que sucede. En este Jauja nuestro el suelo es la principal industria, el pan se ha hecho ladrillo y la industria que desmantelamos... con especulación y reparto se repara. La construcción embute sótanos de dinero negro y es tal su bulto y mondongo, que no cabe en otro papel moneda que no sean billetes de quinientos, que no existen en bancos ni en circulación porque andan criando concejales a la sombra del guindo nacional. Tomar es pecado. Y al que da ¿qué le decimos?... Cuando me preguntan por todo esto me hago simpleza y digo... «puta la madre, puta la hija y puta la manta que las cobija». 1396927554

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