INTERFERENCIAS
Valiente
LA NOTICIA del día, del mes y seguramente del año, es el fichaje de Beckham (y su circo, ojo al dato) por el Madrid. Tiempo habrá de exprimir el tema, que jugo da muchísimo. Pero la noticia de anteayer estaba en La Primera, con la emisión del documental Futuro salvaje en la privilegiada franja del prime time . Es una brillante y trabajada producción encuadrada en la ciencia-ficción que, junto a la espectacularidad de su contenido y la brillantez de sus efectos visuales, conjuga lo que tanto se echa en falta en la tele actual: didactismo y entretenimiento. Tres horas de trabajadas imágenes que de alguna manera rompían moldes en la televisión de este país, como ya sucedió la semana pasada con el también muy interesante La odisea de la especie . Casi cuatro millones de espectadores confirmaron que la apuesta valió la pena. De eso se trata, de que alguien de el primer paso en la reivindicación de una parrilla más decente de la que ahora impera en la casi totalidad de las televisiones. La acogida a La odisea de la especie , como la dispensada ayer a Futuro salvaje, confirma lo disparatado de que la evasión pasa por la trivialidad. O sea que no todo es Hotel Glam o La isla de los FamoS.O.S. o incluso Crónicas Mar(r)anas , por mucho que Sardá se empeñe en lo contrario. Al final resultará también que conviene comenzar a cuestionar la política de audímetros porque no parece lógica la masiva aceptación de contenidos en torno a esa tropa de caraduras, botaporelas , timadores y sinvergüenzas que durante años imperaron en las teles como Perico por su casa. Como soñar es gratis, soñemos que al fin la tele optó por la lejía y la profilaxis.