¿Fracaso?

NO LLEGÓ a los dos millones, casi la mitad del documental de la semana anterior, y los titulares se apresuraron a advertir que La Primera fracasó con Futuro salvaje , y que el ensayo de emitir documentales espectaculares en prime time, ya podía buscarse otro acomodo. Radicalmente no. La supuesta indiferencia que causó en la audiencia tuvo causas propias, pero también ajenas, y tales coyunturas no deberían ser patente de corso a la hora de insistir en dignificar una oferta que pide a gritos aires nuevos. Vamos con las propias. Fueron tres horas y media de una tacada (publicidad incluida, naturalmente), que es mucho para retener la atención del espectador. La estructura narrativa era simple, pero a ratos monótona, al alternar solamente las recreaciones futuristas con los testimonios científicos. Naturalmente ambos de un interés indiscutible, pero la televisión tiene unos tiempos y unos ritmos que se habrían respetado mejor de haberlo fragmentado en dos o tres entregas. Las ajenas habrá que buscarlas en la competencia, que era doble e irrenunciable para una audiencia plural. La más facilona, pero también la más contundente, estaba en Tele 5 con el ji-ji-ji y el ja-ja-ja de Los Serrano, y la bellaquería de Crónicas Marranas . La más sugerente era el doblete de Las chicas Gilmore y A dos metros bajo tierra por La 2. Ante semejante panorama, Futuro salvaje equivalía a un viejo 600 contra el Renault de Fernando Alonso... Sin duda esos casi dos millones de espectadores que eligieron sus imágenes, merecen todo el respeto de los programadores. En principio, nadie cuestiona su condición de inteligentes.