Ganaron, pero

QUIQUE GUASH se quejaba en La 2 de que los galácticos del Madrid plantaron a los medios una vez proclamados campeones en el Bernabéu. Es norma que a la conclusión de cada encuentro liguero, varios jugadores aparezcan ante un horroroso panel publicitario para hacer declaraciones. La verdad, poca cosa. Preguntas tópicas y respuestas tópicas. Y todos contentos. Claro que el partido del domingo era especial porque la Liga se jugaba también en Anoeta y cualquier cosa podría pasar. Eran muchos los perodistas que aguardaban a Ronaldo, a Zidane o a perico-de-los-palotes , para ofrecer sus jetas al respetable que todo el año aguanta estoicamente cuando el equipo no gana, que ocurre a veces. Alguien debería controlar estos detalles que cantan demasiado cuando se dan en la jornada-reina de la Liga. Jugar en el Madrid debe ser la leche... pero de no ser por los medios (sobre todo las teles), ningún futbolista estrellado , sería la mitad de lo que es. Deben lo suyo al circo mediático. Sigamos. La percepción real es que el fichaje de Beckham responde más al negocio que al deporte. Aseguran los especialistas que el británico gasta perfil bajo frente a otros de su nuevo equipo, pero van y lo fichan porque... vende. Y a eso vamos. Birlarles los jugadores a la opinión pública el día en que ganan la Liga, es de mal estilo. La antítesis del márketing. Hay un fuerte olor a soberbia en el circo merengue. El mismo equipo que pareció conquistar Júpiter a la vista del fiestorro del estadio, humilla sin compasión a Del Bosque, ficha a la tienda ambulante Beckham, y birla sus estrellas a quienes les pagan. Ganarían la Liga, pero...