Alrededor de ocho mil personas disfrutaron anoche del concierto que el quinteto donostiarra ofreció en el León Arena
La Oreja de Van Gogh reúne a 8.000 leoneses en un gran concierto
Lleno hasta la bandera en los tendidos y el ruedo del León Arena para ver en directo al grupo con más tirón en el panorama music
La Oreja de Van Gogh contó anoche con un público entregadísimo, y muy joven, que coreó incansable los éxitos del quinteto donostiarra, los de su último disco y los que no han dejado aún de sonar de sus trabajos anteriores. A cambio el conjunto, mucho más intenso en su actuación en vivo que en la cuidadísima realización de sus trabajos, se encargó de conectar desde el primer momento con un público rendido ante los pegadizos estribillos, y sobre todo ante la arrebatadora personalidad y voz de Amaia Montero. El concierto arrancó con intensidad (un cuarto de hora más tarde de lo programado), con la interpretación de Puedes contar conmigo , el tema que más suena del último trabajo del quinteto donostiarra, Lo que te conté mientras te hacías la dormida . El público gritó y pidió escuchar de nuevo los acordes del tema más escuchado del momento, que se repitió en los bises. A continuación Amaia, junto con Pablo Benegas a la guitarra, Álvaro Fuentes al bajo, Xavi San Martín a los teclados y Haritz Garde a la batería, desgranó otro de los temas principales de este su tercer y último trabajo, Dime . Le siguió Dile a la luna , uno de los temas más conocidos de su primer disco; y luego Nadie como tú y Geografía , también de su último trabajo discográfico. No faltó en el repertorio que La Oreja de Van Gogh interpretó en León El 28 , uno de sus temas más conocidos de su primer álbum, Dile al sol ; ni Cuéntame . Y así con otros tantos temas compuestos en aquella primera aventura musical, consolidada hoy en una estupenda realidad. Tampoco las canciones más escuchadas desde el 2001 de su segundo disco, El viaje de Copperpot , que supuso su lanzamiento definitivo como el grupo más impactante del panorama musical español desde Mecano. Sin embargo, fueron los temas de su último disco los que centraron la mayor parte de su actuación. Una actuación que se prolongó a lo largo de hora y media, durante la cual los seguidores del grupo vasco bailaron, botaron y corearon sin descanso. El climax se produjo en las tres últimas canciones de los bises, cuando unos espectadores totalmente borrachos de la música de La Oreja de Van Gogh se dejaron llevar por la fuerza en directo de este grupo revelación de la música española. La conexión entre el quinteto y el público fue inmediata. Y se mantuvo hasta el final.