El artista afincado en El Bierzo expone sus obras en la sala Lucio Muñoz de la Junta
De la sugerencia al susurro
La muestra reúne paisajes, ilustraciones y autorretratos del pintor aragonés
La obra de Luis Gómez Domingo está presidida por la sugerencia, la insinuación... el susurro. «En pintura, y en la vida, prefiero la fuerza del susurro al grito. Confío en el susurro como elemento transmisor de la belleza y de los buenos sentimientos del hombre». Esta es su filosofía y el argumento en el que basa su obra pintura este aragonés que, desde hace muchos años, reside, enseña y pinta en El Bierzo. La sala Lucio Muñoz acoge la exposición de Gómez Domingo titulada Los trazos de un susurro. En ella están espléndidamente representados los mejores valores plásticos del artista. «Es el trabajo de los dos últimos años, una etapa nueva en mi dilatado quehacer pictórico. A pesar de su unidad temporal en estos cuadros se pueden apreciar profundas diferencias, hay algo que está cociéndose dentro de mí y que me obliga a una constante evolución». Gómez Domingo tiene claros los conceptos y bien definidas las ideas. El pintor huye de los extremos y prefiere avanzar paso a paso, edificando su obra sobre cimientos seguros, elevándola en el tiempo sin perder de vista un horizonte lejano, pero también sin llegar a arriesgadas levitaciones. «Pienso que la evolución debe de ser natural, hay quien ejerce de vanguardista por ignorancia. Uno puede estar perfectamente informado, pero no sentir dentro la llamada de esas vanguardias.. Creo que hay cosas muy importantes dentro de la figuración, aún hay mucho que hacer en este terreno. Se ha establecido una diferencia excesiva entre lo figurativo y lo no figurativo. Creo que se equivocan los términos cuando se dice que la pintura abstracta es vanguardia y la figurativa no lo es. Eso es un error, porque con casi cien años a sus espaldas la pintura abstracta es también algo clásico. Son dos formas distintas de entender el arte que tienen mucho que decirse mutuamente». El artista busca al hombre, el autor busca a los personajes que lleva dentro y es capaz de expresar plásticamente esta búsqueda interior. «Estas figuras carnavalescas son autorretratos y a su lado está presente la figura real del autor. Yo, cuando pinto, no me planteo cosas trascendentales, el tema es un pretexto para la creación. Estos temas de carnaval, sacados de fotografías mías de hace varios años, son una disculpa para enfrentarme al problema de su expresión pictórica».