Corazón 10

SON MALOS tiempos para el corazón, aunque no sea tanto por una cuestión de colesterol como de lengua. A ver, aclaremos. La lengua dista unos centímetros del corazón, es verdad, y cuestiones de naturaleza orgánica al margen, la lengua y el corazón que aquí comentamos van a la par, como la rosca y el tornillo. Son legión quienes viven de este otro corazón y muchas las lenguas que largan finamente. Por ejemplo, y ya que hablamos de la tele de ayer, Salsa rosa , que en Tele 5 aplica primero la picana a sus invitados, después un juicio sumarísimo y finalmente la condena, consistente en despellejarlos para abrirlos en canal con exposición pública. Pero hay maneras y maneras de hurgar en el corazón del famoseo. Por ejemplo Cristina García Ramos y Corazón, corazón de los sábados en La Primera, con su envoltorio de celofán y su estética nuevo rico, de cuidada peluquería, aplicados afeites y bisutería varia, una sofisticación en el límite friki y lo hortera, pero elegante en el sentido amplio de la expresión. La telebasura está al otro lado. No grita, no insulta, no arroja sal sobre las heridas sentimentales, no trata a la audiencia de lela y le da lo que espera, una crónica rosa para gente que ve en ella a una analista amable, controladora de su producto. Ayer cumplió diez años. Enhorabuena, que una década en televisión es una meritoria eternidad.