Un libro repasa la lujosa vida del productor de cine Korda
El libro Alexander Korda, una vida de ensueño , recorre la trayectoria de este productor de cine mitológico, capaz de crear en Londres un imperio cinematográfico a la altura del Hollywood de los años dorados del celuloide. Un hombre que vivió como trabajó, como un malabarista en un mundo rodeado de lujo. «Casado o soltero, su idea de lo doméstico sería un buen hotel y servicio de habitaciones, y resumía su temprano éxito diciendo: hay que ir siempre al mejor hotel y comer en los mejores restaurantes... y más pronto o más tarde siempre aparecerá alguien que te dará dinero». Así describe a Alexander Korda el autor del libro, su sobrino Michael Korda. Y añade: «Su suite en el Royal era la mejor, la más grande y la más cara del hotel; sus trajes estaban impecablemente hechos por Knize de Viena, se hacía los zapatos a medida y había flores frescas todos los días en su despacho y en su casa, como sucedería durante el resto de su vida (lo estudios de Alex siempre tendrían un jardinero y un invernadero para su propio uso y porque odiaba ver flores artificiales en los decorado»>. Esta es sólo una pequeña descripción del estilo de vida que siempre llevó Alexander Korda, productor de filmes como Ser o no ser, El tercer hombre, Las cuatro plumas, El ladrón de Bagadg, La vida privada de Enrique VIII , o Lady Halcón . Un hombre capaz de levantar un imperio cinematográfico en Gran Bretaña y producir películas con un sello que nada tenía que envidiar al del Hollywood dorado. Un hombre que había nacido en un pequeño pueblo de las llanuras de Hungría en el seno una familia humilde de apellido Kellner; un malabarista de las cifras capaz de hacer construir una esquina de Hyde Park en estudio.