Bernesga reúne a catorce artistas

Nada menos que catorce pintores de muy diferentes estilos, pero siempre dentro del formalismo más depurado, se agrupan en la exposición con la que la sala de arte Bernesga ha querido cerrar su temporada de actividad. La muestra es de alguna manera el resumen de las actividades de la galería de Marili durante los últimos meses. Varias veces hemos comentado el compromiso que Bernesga tiene con una pintura de altísima calidad que está muy alejada de lo que proponen y patrocinan las entidades públicas y los nuevos críticos. Presenta cada curso a una serie de pintores de altísima y merecida cotización, que conscientemente no han querido unirse a las vorágines de las vanguardias y que siguen trabajando el dibujo y la perspectiva, que mantienen la laboriosa cocina de la pintura con los mismos supuestos de lo hacían los clásicos, que hacen pintura de verdad en una vertiente que para algunos no lleva a ninguna parte, pero que para otros sigue manifestandose como fundamental. La trayectoria de Bernesga es casi una lección para aquellos que quieran conocer los fundamentos de la pintura sin tener que retrotraerse a los grandes maestros de los museos. En sus paredes cuelgan normalmente clásicos modernos que saben imprimir un elemento de actualidad en unas obras de factura tradicional y académica. Es un gozo deleitarse con las bellísimas mujeres mediterráneas de Antonio Navarro, con los bodegones impecables de Juan A. Domínguez, las delicadas maternidades de Jaime de Jaraíz, los bodegones y las Meninas reinventadas de la académica María Carrera, las rosas vivas y fragantes de F. Castro, los paisajes hiperrealistas de F. Sáenz Pedrosa... y así hasta catorce artistas, todos de gran nivel.