Cerveza de 1876

ES EL ANUNCIO mejor elaborado y más espectacular de las últimas semanas, y quizá del verano. Maneras y componentes cinematográficos para un spot que es un cortometraje de gran producción a mayor gloria de la cerveza Estrella Damm. Algunos convencionalismos publicitarios sostenían que era mal asunto cuando el medio superaba al mensaje, cuando el anuncio se hacía protagonista por encima de la marca a promocionar. Craso error, porque la base está en lo subliminal y también en el impacto que logra en el espectador, que finalmente le llevará a hablar sobre el, más allá de su emisión. Perdura en el recuerdo. Se habla del anuncio «de la cerveza» o también le llaman el «del Moulin Rouge», en clara referencia a la película homónima de reciente éxito, de la que hay numerosas complicidades visuales, aunque también asome el recuerdo de Gangs of New York . Como es natural, hay una serie de motivaciones a la hora de diseñarlo, sobre todo que se dirige con prioridad al consumo televisivo en lo que implica de ritmo, de tiempo y de sonido. Filmado en Bulgaria, en un decorado de 100 metros de calle recreado para la ocasión, con 150 extras y 35 actores, y una pátina sepia que remonta a ese 1876, año de creación de la cerveza. Enhorabuena a sus creativos.