El difícil uso artístico de los residuos
A lo largo del coloquio también se abordó la posible utilización artística de los materiales residuales para contribuir al desarrollo sostenible. En este sentido, Arroyo recordó que los residuos están muy ligados al arte desde la antigüedad, y resaltó las posibilidades que ofrece este apartado. Por su parte, el escultor vasco Agustín Ibarrola, que ha tenido múltiples experiencias en este sentido tanto en nuestro país como en el extranjero, señaló que «una montaña puede ser el equivalente a una piedra, y con ella también se puede hacer arte», pero advirtió sobre una tendencia peligrosa, al señalar que sólo con esta filosofía «podemos llenar el mundo de residuos sin que parezca ni sea arte». Según afirmó, «en el mundo no hay suficientes buenos artistas para saber utilizar adecuadamente todos los residuos que estamos generando», y mostró su temor a que una parte de la juventud no sea capaz de expresarse con el oficio y sensibilidad que reclama una sociedad como la actual. Asimismo, hizo hincapié en la implantación de nuevas fórmulas de expresión que están dejando en un segundo plano una vertiente fundamental como es la pintura, «cada vez hay menos pintores y los buenos no son tan jóvenes», advirtió, además de reprochar que muchos de los nuevos museos reserven muy pocos espacios para la pintura, dejándole el protagonismo a los grandes objetos.