Conchi y Andrés

CONCHI se apellida Jiménez y Andrés, Pajares. Ayer, Como la vida (Antena 3) y Alicia Senovilla al frente, nos hablaron de sus desperdicios emocionales. La Primera y TVG simultaneaban la Ofrenda al Apóstol, que mantiene su eterna rutina televisual para centrar su clímax en el botafumeiro (¿para cuándo una microcámara acoplada al artilugio, por ejemplo?), así que, zappeando, nos encontramos con Conchi al teléfono, sometida a un inquisidor tribunal del famoseo, moderado por Alicia. Un servidor nada sabía de la tal Conchi, aunque sí de Pajares, que desde Ay, Carmela (Saura, 1990) merece un respeto.... artístico. Claro que después de lo escuchado ayer y de recibir en apenas diez minutos un master acelerado en catástrofes conyugales, confirma lo sabido: el mundo rosa está cogiendo una preocupante tonalidad marrón... Andrés es como Jeckyll & Hyde. Puertas afuera un tío simpático, puertas adentro, un señor de cuidado. Conchi va de víctima, pero en cuanto se embala, no veas. Resultaba que un tribunal dictó a favor del primero y, claro, la segunda recurre. Como el crítico ejerce de espectador atento, y a veces ha de tragar carros y carretas, pues mira, muy edificante. ¿Terminará esto algún día? Hum... Para colmo, también Giménez tocó el tema en Por la mañana (La Primera). Una peste.