Salzburgo reconoce a Halffter y le nombra compositor residente

Tras la elogiosa acogida de crítica y público dispensada en Salzburgo al compositor madrileño Cristóbal Halffter por el estreno de su Adagio en forma de Rondó encargo de la Filarmónica de Viena, el patronato que preside el Festival de Salzburgo acaba de nombrarle «compositor residente» dedicándole para el año próximo el festival en el que el propio Halffter impartirá master-class y dirigirá varias de sus obras con la orquesta del Mozarteun. «Es enormemente gratificante que una institución como el famoso Festival de Salzburgo te nombre «compositor residente» y que además te dedique todo un programa a tu obra, esto pocos lo pueden decir en vida y me llena de orgullo que así sea», manifestaba ayer a este periódico el galardonado director,  que acaba de llegar de Salzburgo donde aún los ecos de su éxito no se han apagado en la prensa austríaca que ayer todavía se maravillaban de la fuerza y capacidad para transmitir emociones de este joven de 73 años. Como presentación a este «festival Halffter» que Salzburgo le prepara para el 2004 el maestro les ha prometido la obra que acaba de terminar para el próximo Festival de Órgano, que comenzará en la segunda semana de septiembre, y que lleva por título Vitral, una obra de unos 14 minutos de duración, está escrita para 3 trompetas, 3 trompas, 3 trombones, una tuba y órgano y será estrenada el día 13 de octubre por el hijo del compositor Pedro Halffter Caro. La génesis de la obra tuvo su origen durante el mes de octubre del pasado año cuando el compositor visitó la Catedral de una forma diferente a las que normalmente lo hacen quienes acuden a contemplar la «Pulchra». «Fue un privilegio, dice Halffter, el poder ver desde el triforio, bajo el rosetón de poniente, esta maravilla. Nos sentamos allí y cuando comencé a ver esa inmensa nave central de repente me emocioné de tal manera que me eché a llorar. Era como si todo el esfuerzo que se había concentrado para hacer esa Catedral de pronto emergiera entre una  nieblilla irreal. Sentí tal emoción como nunca en muchos años había sentido».  La obra lleva una dedicatoria a los organizadores del Festival  y «como dato curioso a la hora de escuchar la obra, señala el compositor, según se sitúe el oyente en un lugar o en otro de la Catedral y debido a la diferencia tiempo del retorno, escuchará una obra distinta. Creo que es el mejor pago que he podido dar a esta joya por el impagable momento que me hizo pasar». El compositor que llegó ayer a Villafranca, lugar donde reside habitualmente, ultima ya los preparativos para el XIII Curso de Composición de Villafranca que da comienzo el 1 de septiembre y se prolonga hasta el día 8. La edición de este año lleva por título Música y Naturaleza y en él participan, además de alumnos llegados de distintos países, docentes de la talla de Cristóbal Halffter, Tomás Marco, David del Puerto, José María Sánchez Verdú y José Manuel López. «Es una labor que ha mantenido su continuidad a lo largo de estos trece años gracias al esfuerzo de muchas personas vinculadas a él y sobre todo a la confianza que he depositado en las instituciones, la misma que a partir de ahora deposito en el nuevo equipo de gobierno de Villafranca y que espero no me defrauden» señaló ayer el compositor.