Decenas de familiares y amigos acuden a la misa por Eduardo Chillida
Decenas de amigos y familiares del escultor donostiarra Eduardo Chillida recordaron al artista en una misa celebrada ayer en San Sebastián al cumplirse un año de su fallecimiento, en una jornada salpicada de actos en memoria de este creador vasco. La viuda del escultor, Pilar Belzunce, y los ocho hijos de ambos llegaron a la iglesia de San Vicente de la capital guipuzcoana poco antes de las siete y media de la tarde para asistir a una ceremonia religiosa a la que se sumaron decenas de allegados a la familia entre los que se encontraba el sacerdote Antonio Beristáin, que ofició hace un año los funerales del creador vasco. Luis Chillida, hijo del artista y director del museo Chillida-Leku de la localidad guipuzcoana de Hernani, confesó que fue un día «muy emotivo» porque «toda la familia junta» recuerda al escultor fallecido en su faceta de «persona», ya que su producción artística «sigue ahí y hay que mantenerla y conservarla». Indicó que un año después de la muerte de su padre