Los asturianos Tejedor llegan a Astorga arropados por un gran éxito en la comunidad vecina
Los celtas toman Astúrica Augusta
Los tres músicos transmontanos presentarán en la ciudad su nuevo disco, «Llunáticos»
Lo que ha conseguido Tejedor en la región vecina y hermana se acerca mucho a lo que tantos otros grupos de folk de todas partes sueñan y persiguen: hacer llegar los sonidos tradicionales a una amplia mayoría de población, dotar a estas melodías del suficiente atractivo como para gustar a públicos muy heterogéneos y aunar modernidad y raíces musicales en un tipo de sonido muy particular y característico que puede oírse tanto en una taberna celta como en una discoteca. Así, esta noche, a las 23.30 horas, y en la plaza Mayor de la capital maragata, Tejedor desgranará los temas de su nuevo y exitoso disco, Llunáticos. Según Javier Tejedor, uno de los componentes del grupo, se trata de un álbum «con doce canciones, de ellas nueve son composiciones propias y tres son tradicionales: un floreo del gaitero Remis y cantares de la zona». En cuanto a los temas propios, Javier señala que todos ellos se han escrito «guiándonos por una base tradicional pero siempre con un punto de renovación». Así, con estructuras y ritmos tradicionales pero con un espíritu y un ritmo muy actuales (para los que no se ahorran innovaciones como la inclusión de programaciones electrónicas), Tejedor se enorgullece en haber dado «con un estilo nuevo y propio que en este segundo disco hemos reafirmado y confirmado», como señala Javier. Estilo que tampoco sabrían definir exactamente, pero intuyen que reside «en una sensibilidad especial a la hora de tocar y componer, y, sobre todo, en la presencia de las colaboraciones. No hacemos ascos a la presencia de instrumentos de otras regiones, como pueden ser la txalaparta o la alboka vascas. Además, las melodías y los instrumentos de todas las regiones del Norte, no sólo entre Asturias y León, se conectan perfectamente». En referencia a si existe alguna receta mágica para conseguir que la música tradicional se oída mayoritariamente por la gente, Javier opina que todo se basa «en el tiempo y en el empeño que le ponga la gente, todo depende de las personas que quieran tirar por esto», aunque también importa el apoyo de las instituciones. Además, opina que para que la música folk sea realmente buena, esta tiene que beber del folclore más puro, de las tradiciones de la zona. Así, ese folclore se irá convirtiendo, poco a poco, «en música folk». Gandalf, el toque local a una noche repleta de sonidos tradicionales Teloneando a los tres hermanos Tejedor (José Manuel, gaitas, low whistle y flautas; Javier, acordeón diatónico, gaitas, percusión y flautas; y Eva, voz y percusión) estarán los astorganos Gandalf, un grupo que intenta hacerse un hueco propio en el panorama de la música etiquetada como celta . Esta formación, que se nutre en su mayor parte de la banda de gaitas local Sartaina, ya ha ofrecido numerosos conciertos en locales de la capital maragata y otros lugares de la provincia, y posee una serie de composiciones propias basadas en el rock celta, versiones de grupos muy conocidos o arreglos de temas tradicionales. Esther González, Ángel Lumbreras, Arturo Martínez, Luis Miguel Sanz, Juan González, David Martínez y Víctor Astorgano darán lo mejor de sí mismos en la llamada Noche Celta , que se está convirtiendo en un clásico de las fiestas patronales de la capital maragata. La lástima es que este grupo no se dedique, como por ejemplo hace Tejedor, a revitalizar la música tradicional de su comarca, tan rica en folclore. El resultado podría ser espectacular. El director del Departamento de Estudios Arabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid, Pedro Martínez Montávez, advirtió ayer de que «la guerra de Irak puede ser la primera etapa de un vasto proyecto neocolonial». Entre la esperanza y la desesperación: el mundo árabe desde la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días es el curso magistral que esta semana acogió la Universidad Internacional de Andalucía. Montávez subrayó que a la administración estadounidense no le viene mal la inestabilidad en Irak, puesto que de otra forma «no podría justificar ni la ocupación territorial, ni un posible futuro aumento del territorio bélico, incluyendo países como Siria o Irán». Según él, «se irán produciendo nuevas etapas de colonización en periodos más o menos inminentes».