INTERFERENCIAS
Recochineo
ES LO QUE HAY, pero Julián Muñoz, Cachuli, no cesa de aparecer en televisión. Aunque no en todas, de justicia es reconocerlo, como La 2 y TVG, que solamente le dedicaron unos minutos «informativos» cuando la moción de censura en la alcaldía marbellí. Pero se percibe ya un ostentoso giro en el tono, que pasó a ser de evidente recochineo, pura mofa porque ciertamente se las trae. Sin ir más lejos, en Por la mañana (La Primera), uno de sus reportajes, que le mostraba cansado de las cámaras y harto de una periodista plomiza, acabó con una voz en off que recordaba a Muñoz que él se lo había buscado con su tingladillo mediático-sentimental con La Pantoja. Pero fueron Jorge Javier y Carmen, los conductores de Aquí hay tomate (Tele 5), los primeros en explotar este filón inagotable bajo el prisma de la ironía y el humor cáustico, casi faltón. No hay día en que Muñoz, Pantoja y los otros, renuncien a salir en su espacio. También en Como la vida (Antena 3), Alicia Senovilla no renuncia a seguirle el rastro a Cachuli, con su coro de contertulios a veces al límite del buen gusto. De propina, Gente (La Primera), que desde siempre tuvo la ironía como bandera y que tampoco puede obviar al ex-socio de Gil y ahora acompañante de la viuda de Paquirri. Tema para una tesis. Título chungo: «Aquel verano de 2003...».