| Crónica | Curso de Composición de Villafranca |
Música «típicamente» española
La segunda jornada del Curso de Composición de Villafranca del Bierzo comenzó con el seminario del profesor de composición de la Robert Schuman Musikhoschule, José María Sánchez Verdú, quien disertó acerca de Estructuras, procesos, ciclos y desarrollos formales, para seguir por la tarde con el segundo seminario dedicado a las Arquitecturas y jardines. Como ilustración práctica, los alumnos pudieron escuchar la última obra del joven compositor algecireño, Paisajes del placer y de la culpa, estrenada en Berlín hace diez días Sánchez Verdú, que en estos momentos está considerado como el compositor español más interpretado en el mundo, cree que la enseñanza musical en España continúa siendo la asignatura pendiente en la educación de los jóvenes músicos, «y aunque hay que reconocer que ha cambiado mucho en el último decenio, aún queda mucho por mejorar». Dentro de tres días el autor de Nosferatu, cuya banda sonora acaba de ser registrada por el Instituto Murnau de Berlín como soporte acústico de la película del mismo nombre, que será distribuida mundialmente por el propio centro, volverá a retirarse a uno de los monasterios leoneses por los que hace años siente una especial predilección, «En Carrizo concluiré una obra que me ha encargado la Semana de Música Religiosa de Cuenca y será estrenada en abril próximo. Es una especie de Oficio de Tinieblas». Sin embargo los retos más significativos son la composición de la ópera Yerma para la Bienal de Munich, en el 2006, y el encargo del Teatro Real para el 2007 de otra ópera sobre San Juan de la Cruz, con textos de Juan Goitisolo, el Cantar de los cantares y un relato de Avicena. Será dirigida por Luis López Cobos. De Yerma quiere destacar la parte más intimista de los personajes, lejos de esa España de pandereta. «Cada vez que escucho fuera a las orquestas españolas siento vergüenza ajena porque siempre se interpreta lo mismo. Los mismos programas que interpretaba en los años cuarenta AtaulfoArgenta, nada ha cambiado».