| Crónica | Curso de Composición de Villafranca |
La hora de los músicos españoles
Con gran interés y participación fueron seguidos los dos seminarios que en la mañana de ayer impartieron los profesores Cristóbal Halfftery David del Puerto, dentro del décimo tercer Curso de Composición de Villafranca, que este año ha concitado a 33 compositores venidos de diferentes países para dar a conocer sus obras. Período barroco y clásico fue el tema del seminario con el que Cristóbal Halffterabrió la jornada de ayer con una asistencia masiva de estudiantes, que participaron de forma activa a lo largo de la hora y media de clase exponiendo sus puntos de vista a cerca del enunciado del seminario que se completo con varias ilustraciones musicales en las que se reflejaron las diferentes estéticas compositivas en estos dos períodos decisivos en el desarrollo de las estructuras musicales. Seguidamente fue el profesor David del Puerto con La naturaleza como modelo de la obra de arte , quien desarrolló el seminario que puso colofón a un ciclo dedicado a la tradición en la música, un aspecto que está teniendo una gran aceptación entre los asistentes al curso por tratarse de una mirada distinta y novedosa a la evolución de las ideas musicales a través de los siglos. Explicó Del Puerto las enormes posibilidades que la música tiene para transformar a la sociedad y, en concreto ,al hombre, ya que el hombre es naturaleza y fuera de ella no puede comprenderse a sí mismo además de que no hay sentido para el arte en sí». David del Puerto, que acaba de escribir un octeto para violonchelos que será estrenado por Elías Arizcurren en Barcelona el próximo año, trabaja actualmente en un cuarteto para clarinete, violín, chelo y piano, encargo de la Semana Religiosa de Cuenca, así como una composición para el Coro Nacional de Irlanda, que se estrenará en Dublín con motivo de la celebración del centenario de la Galeria de Arte de aquel país. La actividad creadora de David del Puerto le lleva a adentrarse en diferentes campos de la música, como es la de cámara, en la que también trabaja en un concierto para piano que el magnífico intérprete Ananda Sukarlan estrenará en breve. Ya para el año 2005 tiene sobre la mesa el proyecto de un Réquiem para ocho vilonchelos, coro, soprano y barítono. El interés por este tipo de cursos y en concreto por este de Villafranca es cada año más vivo, como puede verse en las concurridas aulas, donde desde primeras horas de la mañana hasta las ocho de la tarde se concentran los alumnos para escuchar, consultar y contrastar sus ideas con las de sus profesores y compañeros, a la vez que se analizan y se diseccionan las partituras que cada alumno escribe durante el curso o ha creado a lo largo del año. Para el compositor madrileño David del Puerto cursos como el de Villafranca tienen la ventaja de que dan opción al alumno «no sólo para elegir tanto el profesorado como las tendencias estéticas, sino que son de enorme ayuda a la hora de ver cómo avanzan sus ideas creativas, a la vez que las comparan y las pulen con sus colegas. Esto hace unos años era impensable en España. Ahora son cada vez más los estudiantes que sienten interés por la composición y abarrotan las orquestas tanto nacionales como las foráneas. Afortunadamente, ha llegado la hora de que los músicos españoles pueden trabajar no sólo en su patria sino también fuera de ella, porque cada vez son más solicitados».