El Danubio

REGRESÓ En portada al domingo de La 2 para elogio del documental y satisfacción de quienes buscan en la tele una ventana al mundo alejada de esa otra ventana por la que se cuela basura emocional, que algún listo se apresuró a calificar con la etiqueta de telerrealidad para disimular las carencias de un medio cada vez más consumido por ese cáncer llamado índices de audiencia, que unos prefieren nombrar share y otros simplemente lo reducen a algo tan vergonzante como la falta de talento a la hora de confeccionar una parrilla que dignifique al medio y lo devuelva al atractivo binomio de evadir y formar a partes iguales. Pilar Requena fue la enviada especial del mencionado programa al siempre fascinante espacio geográfico plagado de pueblos con paisajes que abrigan religiones y joyas culturales, y que veremos en una doble entrega bajo el nombre de Los colores del Danubio . En su primera parte mostraron el curso del río a través de la siempre fascinante Rumanía y a continuación por la todavía convulsa Serbia, que aporta a sus cada vez más regeneradas aguas (eso afirmaron en el reportaje), el inquietante color rojo de la sangre a pesar de la frágil paz transitoria que ahora mismo parece gozar el territorio. Con una impecable factura visual.