11-S gafe

AYER FUE 11-S en todos los informativos. La conmemoración estrella era la tragedia de hace dos años con las Torres Gemelas de Nueva York, pero el añadido de la muerte por asesinato en Estocolmo de la ministra sueca Anna Lindh, añadió intensidad a una jornada que también remontaba a 30 años antes, cuando el dictador Pinochet derribó al presidente democrático de Chile, Salvador Allende. Lo ocurrido a la ministra acabó tragándose al resto. Normal, era la noticia fresca del día. De paso descubrimos que los políticos nórdicos son ciudadanos normales que pasean sin escolta, viajan en metro o en bici y hacen colas para el cine. En Estados Unidos optaron por no lucir muchas ceremonias porque su sociedad está para pocas fiestas cuando hay heridas manando abundante sangre norteamericana. En Irak. Vimos otra vez como se caían las Torres y el polémico solar que unos quieren reedificar y otros se niegan. En Chile nos cuentan que conmemoran a Allende con intensidad pero menos al tipo de socialismo que defendía, por eso el gobierno Lagos prefirió contener su entusiasmo aunque sea unánime su condena al pinochetismo y sus catastróficas secuelas. La conclusión para un espectador atento es que con los enfoques televisivos de ambos sucesos, se echó de menos algo de pedagogía y de reflexión. Nunca sobra.