La hija del artista vasco ha coordinado el libro «Elogio del horizonte»
Susana Chillida: «La muerte de mi padre empezó con Tindaya»
La obra recoge también once conversaciones del escultor con otros artistas y amigos
Susana Chillida, hija de Eduardo Chillida, recientemente fallecido, afirmó ayer que el proyecto del artista para la Montaña de Tindaya, en Fuerteventura, «le hizo mucho daño» y aseguró que, de hecho, «su muerte empezó al escandalizarse él de las críticas que le hicieron muchas personas». La hija del prestigioso escultor es la resposable de la edición del libro Elogio del horizonte. Conversaciones con Eduardo Chillida, un texto editado por Destino que recoge once conversaciones con el artista realizadas en los últimos años de su vida, entre 1992 y 1997, y en las que Chillida dialoga con personalidades como el cineasta Gonzalo Suárez, el filósofo Víctor Gómez Pin, el director emérito del Guggenheim de Nueva York, Thomas Messer, el periodista Roberto Herrero, el neurocirujano Alberto Portera, o el jesuita y criminólogo Antonio Beristain. La obra recoge también conversaciones con sus colaboradores, José Antonio Fernández Ordóñez y Hans Spinner, o familiares como su yerno, el escritor Eduardo Iglesias o su propia hija, Susana Chillida. El libro completa el trabajo de esta última, autora de dos películas sobre su padre, quien dijo hoy haber quedado sorprendida de ver cuánta gente le quería y estimaba, incluso aquellas que no tenían relación con el arte. Uno de los aspectos que Susana Chillida quiso eludir en esta obra desde el principio fue hablar constanstemente sobre el pasado. «Preferí que mi padre hablara sobre el futuro, y por eso escogí un proyecto aún no realizado que era Tindaya», explicó. A través de las conversaciones el libro transmite buena parte del verdadero carácter y la personalidad de Eduardo Chillida. «Su espiritualidad, la influencia de los místicos, la sencillez de su lenguaje (que no de su discurso), su relación con el fútbol, todos los aspectos más familiares, surgen aquí», dijo Susana Chillida. La hija del artista recordó también las excelentes relaciones de su padre con otras disciplinas como la filosofía, la criminología o las matemáticas. Respecto al papel que cumplió su madre en la vida de Chillida, aseguró tuvo la virtud de «dejarle volar muy alto y todo lo que quisiera» y añadió que, como decía su padre, «Pili es mucha Pili y me ha dado muy buen resultado».