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| Crónica | Festival de San Sebastián |

Mañas: «Defiendo las utopías»

El director Achero Mañas tras la proyección de su película «Noviembre»

Publicado por
Mercedes Cerviño - san sebastián
León

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Achero Mañas ha querido hacer con Noviembre un canto al teatro comprometido y, con él, un homenaje a la generación de su padre, la generación idealista del arte en la calle. Y, si bien, él se confiesa más escéptico que el protagonista de su filme, comparte y defiende a ultranza «su espíritu». El personaje de Noviembre , película que compitió ayer en la Sección Oficial del festival de San Sebastián es un ser «naif y puro, un personaje quijotesco», comenta Achero Mañas a un reducido grupo de periodistas, ante quienes defiende la necesidad de «un teatro con espíritu de lucha, compromiso, ideología y, utopía, capaz de mover algo y trascender su entorno social». Oscar Jaenada es el protagonista de Noviembre , el creador de un grupo de teatro con vocación de provocación y totalmente gratuito, cuyo nombre da título a la película. El es un personaje «anacrónico y quijotesco, a medias loco y a medias cargado de razón», explica Achero Mañas, quien se define a sí mismo como «defensor de la utopía». «Para llegar a la mitad de la montaña debes pensar en llegar a la cima, y la cima es la utopía. Yo defiendo la utopías», señala el cineasta, que habla de un teatro y un arte actual «estancado, muerto» y, por tanto, «peligroso», capaz de dar lugar a «la dictadura del pensamiento único». Achero Mañas dedica Noviembre a su padre y, por extensión, a toda su generación teatral, la del teatro de la calle de los años sesenta y setenta y les rinde su particular homenaje haciendo participar en la película a grandes nombres de la escena, exponentes de aquella generación, como Juan Diego, Amparo Valle, Amparo Baró o Juan Margallo. «Quise hacer Noviembre c on ese formato de falso documental para que esos personajes, ya adultos, recordasen en un falso futuro, situado en 2040, lo que fue aquella experiencia de juventud. «Partí de la nostalgia anticipada, de esas sensaciones que tienes cuando vives algo especial y piensas ¿cómo lo recordaré con el paso de los años?. Así que no quería perderme qué pasó con la utopía de aquellos jóvenes protagonistas del filme». El grupo Noviembre realiza sus acciones en la calle y, para ello, Achero Mañas tuvo que crear con los actores de su película un grupo de teatro callejero, con el que rodaba las improvisaciones en la calle y en presencia de público real. «Los actores han sufrido mucho con la preparación. Todos los días y, durante dos meses, ensayábamos en la calle. Yo me encargué de enseñarles como era ese trabajo callejero, cómo se interactúa con el público y cuales son los límites, porque el gran problema del teatro callejero es tener el sentido de la medida», señala Achero. Hasta elegir a los protagonistas, Achero Mañas vio a más de setecientos actores. «Vi personalmente a todos los que se presentaron por respeto, recordando cuando a mí no me dejaban ir más allá del director de casting. Y las cribas las hice intuitivamente, después de observar su actitud, sus formas, su espíritu y sus características físicas». El cineasta pasó mala noche, no puede ocultar los nervios de competir en San Sebastián, un certamen donde años atrás presentó, aquella vez en Zabaltegi, El Bola.

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