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El vitral está colocado en una cripta ubicada en el solar de la casa natal de la mística abulense

Zurdo culmina una vidriera para el Museo de Santa Teresa en Ávila

El artista leonés trabaja ahora en una vidriera para el convento de San José en Santiago

La vidriera, al completo, en la cripta del museo abulense

León

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Luis García Zurdo ha encontrado su particular Camino de Perfección . Tras un año de intenso trabajo acaba de culminar una vidriera para el Museo de Santa Teresa, en Ávila. La enorme vidriera está ubicada en la cripta del convento del siglo XVII, coincidente con la planta baja de la que fuera la casa natal de la mística abulense. Zurdo tuvo que adentrarse en Las Moradas de la santa antes de abordar una obra que, en su opinión, es absolutamente contemporánea, pero que consigue integrarse en la «piel» del edificio que un día perteneció a los Cepeda y Ahumada. Aunque el maestro vidriero leonés gozó de plena libertad creativa, hubo de embeberse primero de las lecturas de la fundadora de la orden de las teresianas. Juan Bosco de Jesús, director del citado museo, explica, en un artículo publicado en la revista Ars Sacra, que «la vidriera, proyectada para que la tenga de frente quien acceda al museo apenas entre en él, se propondría definirle al visitante, ya desde ese momento, su programa y contenido, su tesis y mensaje...». Ciertamente, en la vidriera aparecen reflejados los siete castillos o moradas; una mariposa que simboliza el misterio del espíritu humano; una mano llagada de Cristo, evocando una vivencia de la santa; y, en letras verdes, azules y púrpuras, una cita de la mística. Zurdo empleó en esta obra vidrios alemanes y franceses de la mejor calidad. Lo que en principio era una vidriera con una función únicamente decorativa, se ha convertido en una espléndida obra de arte que se muestra ya como tal en el museo. Pese a todo, el artista confiesa que «nunca estoy contento cuando termino un trabajo, porque siempre veo lo que no he sido capaz de conseguir». Ahora tiene ante sí otro nuevo reto. Una vidriera para el convento de San Francisco, en Santiago de Compostela, a la que dedicará los próximos dos años.

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