OPINIÓN
Los arcos «gemelos»
«CALCADOS». Es el adjetivo que emplea Máximo Riol, artista murciano afincado en Las Palmas, para definir los dos arcos que muestran las fotografías; uno de ellos suyo, titulado La Portada; y el otro, de la holandesa Corinne van Bergen, ubicado en la plaza Torres de Omaña. Puntualiza que la escultora «hizo un cambio» en la parte superior, pero que, por lo demás, son «parecidísimas». Sin embargo, a Riol no le preocupan las «similitudes» (este periódico y la que suscribe nunca han utilizado la palabra «plagio»). Es más, se lo toma con humor: «Tengo 55 años y la vida resuelta. Si hay obras que se parecen a la mía, será porque gusta». La obra de Van Bergen fue instalada en León el 25 de abril del año pasado, pero sus «mentores» (Javier Hernando y Carlos de la Varga) aseguran que ya la tenía pensada desde 1997. Otra «coincidencia» más, porque de ese año es la de Riol, quien, no obstante, en 1996 presentó la maqueta de su arco en el Colegio de Arquitectos Técnicos de Las Palmas. Además, La Portada pertenece a una serie que el artista canario inició en 1990, titulada Románico e integrada por una veintena de obras, todas ellas con el arco de medio punto. Una de las obras de esta serie puede contemplarse desde el 7 de junio de 1997 en San Juan de Ortega, en pleno Camino de Santiago; y otra, en el centro de Mayorga de Campos (Valladolid). Hernando y De la Varga, en una defensa poco menos que numantina de Van Bergen (leer la opinión de abajo) pretenden ensalzar los méritos de la holandesa a costa de mermar los del canario, quien, por puntualizar, tiene obra gráfica en varios países de América, entre ellos Venezuela, Buenos Aires y Estados Unidos (Nueva Orleans) y figura, en el tomo 12 del Diccionario de Pintores y Escultores Españoles del siglo XX. Pero, currículos aparte, este periódico se ha tomado la molestia de someter la imagen de ambos arcos al «dictamen» de varios artistas y todos ellos se han expresado en idéntica dirección: «Son como dos gotas de agua». Es más, fue un lector quien inicialmente remitió a este periódico una foto del arco de Riol, sorprendido por el parecido con el de León. Dice Riol que «cuando dos artistas trabajan en serio... llegan a converger». Añade que, lo verdaderamente importante, es que un artista «tenga un lenguaje propio». En la serie Románico se aprecia un mismo lenguaje, un mismo estilo y, en definitiva, la mano de un único autor. Sólo añadir (para aclaración de Van Bergen) que efectivamente este es un periódico de provincias y que está orgulloso de serlo, al igual que los que trabajamos en él; y que también son de provincias -provincianos si ella prefiere- los ciudadanos de la ciudad que ha acogido su obra -por cierto con bastantes críticas, dado el tamaño y la ubicación-. Así que, a lo mejor, debería reservar su obra para Utrech, su lugar de residencia. Muchos se lo agradeceríamos, amén de ahorrarnos 82.000 euros. «Son calcados. En el de León se ha hecho sólo un cambio en la parte superior» MÁXIMO RIOL Escultor