Las audiencias

EL SEMANAL TV, la revista que La Voz obsequia los viernes, dedica un interesante reportaje de Tatiana Carral a las mediciones de audiencia, esos datos que a primera hora de la mañana están en los despachos de las empresas televisivas. Es más, la Audiencia es una señora con suficiente poder para mandar al basurero catódico a programas con magníficas intenciones. Por eso se la odia o se la venera. Un servidor hubo de moderar esta misma semana un coloquio dedicado a las mediciones de audiencia en un amplio ciclo que la Sección de Comunicación del Consello da Cultura Galega promueve bajo el genérico 30 años de Televisión en Galicia. Entre los invitados estaban los directores de TVG y TVE-G, aparte otros especialistas, y la conclusión es que no se cuestionan las mediciones de Sofres e incluso que la colocación de los audímetros en Galicia es fiable y rigurosa aún con su peculiar dispersión geográfica entre rurales y urbanos. Tal cosa sorprendería a un profano escandalizado por el tono de esos programas confirmados como líderes. Cifras que invitan a confirmar un cierto aborregamiento social o una preocupante desidia intelectual. Un tema apasionante, aunque la duda esté en qué gallo cantaría si esos mismos audímetros se ubicasen en el medio urbano en detrimento del rural...