Arroyo quiere «enriquecer» las esculturas de Puerta Castillo

Las esculturas que Eduardo Arroyo ha diseñado para Puerta Castillo seguirán siendo un enigma, aunque por poco tiempo. Los «escuetos» bocetos sobre «las moscas»-como se conoce ya popularmente a esta obra- presentados públicamente por el anterior equipo de gobierno municipal, poco tendrán que ver con el resultado final. El artista leonés afirmaba ayer que tiene pensado enriquecer el proyecto con más «tallas», pero que en ningún caso va a tocar la muralla ni otros elementos «protegidos» de esta plaza, ubicada en pleno Camino de Santiago. El escultor desveló que, aunque se someterá a cuantos trámites le imponga el Ayuntamiento, tiene desde un principio autorización de la Comisión Territorial de Patrimonio. «Pero he aceptado comenzar desde el principio (con la burocracia) para no crear ningún problema». Acompañado por Juan Manuel Alonso Velasco, el arquitecto que redactó en su día el Plan Especial del Casco Antiguo y, por tanto, autor asimismo del diseño de Puerta Castillo, que asesora al artista leonés sobre la colocación más idónea del grupo escultórico, Arroyo explicó que, como en la ópera, «hay que tener mucho cuidado con las maquetas, porque en seguida te encierras». Según él, éste fue su principal error, partir de un esquema que «encorsetaba» el proceso creativo. Pese a los «cambios» y «ampliaciones», el artista aseguró que «estamos muy cerca del final». «Presentaremos el proyecto lo más rápido posible para que los permisos lleguen cuanto antes», dijo. Arroyo, uno de los artistas españoles más internacionales, afirmó con contundencia que su obra no es «decorativa», como las fallas, y que si León no la considera interesante, puede ir a cualquier otro lugar o museo. Arroyo teme seguir los pasos de Chillida con la polémica intervención de la montaña de Tindaya. Reconoció que, «aunque los exámenes me repatean el estómago, en este caso vale la pena pasar por ello». Arroyo ha mantenido una reunión, a petición suya, con representantes de los vecinos de Santa Marina, para explicarles cómo va a quedar su obra. «Y se mostraron encantados». No obstante, Arroyo puntualizó que «no se ha consultado nunca a la población para coloca en León unas esculturas que, a excepción de Madrid, son las más horribles de toda Europa».