Diario de León

Adiós imprevisto al que ha sido gran periodista del siglo XX

Novelista, poeta, ensayista, gastrónomo y articulista, Manuel Vázquez Montalbán dejó escritas en la prensa algunas de las mejores páginas de la extensa obra que deja

El autor, durante la presentación de una de sus obras en Galicia

El autor, durante la presentación de una de sus obras en Galicia

Publicado por
Manuel Campo Vidal
León

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El espectáculo en Tele-eX-pres, diario catalan, se llamaba Manuel Vázquez Montalbán. Llegaba, leía un poco de prensa extranjera y a escribir. Algunos estudiantes en prácticas, admirados, lo cronome-trábamos. Cinco minutos y otra extraordinaria columna de MVM lista para publicar. Nunca se le vio consultar un dato pero jamás erró uno. La exhibición crecía cuando el director, Manuel Ibáñez Escofet, un gran personaje demócrata y pre-pujolista, le pedía algo extra, como una columna sobre un gran escritor o una estrella de cine que acaba de morir, o un futbolista llamado Johann Cruyff que llegaba al Barca. A los pocos minutos evacuaba una columna insuperable de nuevo sembrada de datos procedentes del disco duro de su prodigiosa memoria. Esa escena repetida más la crónica personal de sus clases de Periodismo, me servía para desmentir la leyenda negra que sobre MVM difundían algunos colegas corroidos por la envidia: primero, que Vázquez Montalbán era un seudónimo de varios y que por eso aparecían tantos artículos; después, cuando ya se le conoció físicamente, más porque había estado agazapado en la redacción de una revista de muebles desde que salió de la cárcel de Lleida, decían que tenía negros trabajando para la firma Vázquez Montalbán. Justo lo contrario: no sólo él era su negro sino que empleaba varios seudónimos para no empapelar la prensa del tardofranquismo con su apellido. Sin duda, el más celebrado fue Sixto Cámara autor de Capilla Sixtina en Triunfo y después en La Calle. De Nacional a Internacional En Tele-eXpres escribía en Internacional porque un artículo titulado El Opus en la Luna , lo desplazó de Nacional. Ibáñez lo defendió siempre con valentía e ingenio como aquel día en que el propietario, el Conde de Godo _don Carlos, padre de Javier, el actual presidente_ le espetó: «Ibáñez, vengo de Madrid, y el teniente general Pérez Viñeta me ha confirmado que Vázquez Montalbán es comunista, así que tiene usted que despedirlo». Ibáñez, que bien sabía que era cierta la acusación, puso cara de incrédulo: «¿Vázquez Montalbán, comunista?. Don Carlos, eso es imposible porque fíjese que tiene un Seat 124». Y lo convenció. Un día Vázquez Montalbán con las pocas palabras que gastaba me dijo que dejaba el semanario Triunfo , donde había comenzado con su memorable Crónica Senti-mental de España, además de la corresponsalía de Cataluña, que se iba a La Calle , la revista del PCE y que me había propuesto para sustituirlo. Al día siguiente me presentó a José Ángel Ezcurra, director y propietario de Triunfo y me quede con aquel inmenso desafío y con aquella valiosa herencia que Vázquez Montalbán, persona generosa y sorprendemente humilde para ser quien era, me entregó sin que haya sabido nunca el porqué.

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