Caja España cederá Botines como sede del mayor museo bíblico y oriental

Es la mayor apuesta de Caja España de los últimos años. La entidad financiera está dispuesta a renunciar a la casa de Botines, la emblemática sede que le valió el premio Europa Nostra por su ejemplar restauración, para convertir el edificio en uno de los mayores museos bíblicos y orientales del mundo. El sueño de Van Dijk puede hacerse realidad antes de un año. Este eminente profesor holandés, experto en la cultura asiria, consiguió reunir una de las más importantes colecciones sumerias, un legado de incalculable valor que dejó en herencia a su alumno más aventajado, el leonés Jesús García Recio, licenciado en semíticas y ciencias bíblicas y actual párroco de Aleje, su localidad natal. Durante años, García Recio lo ha mantenido embalado, tras depositarlo de forma eventual en la Universidad, que no supo retener un tesoro que se le brindaba en bandeja. El empresario leonés David Álvarez -propietario de Eulen y de las bodegas Vega Sicilia- se «enamoró» del proyecto y, desde hace años, financia secretamente la compra de nuevas «joyas» para engrandecer la colección, integrada por más de 10.000 volúmenes, textos cuneiformes que datan del 3.100 antes de Cristo y son los primeros exponentes de la escritura, conjuros arameos de tres siglos antes de nuestra era, terracotas mesopotámicas... piezas, en definitiva, únicas. De momento, el Instituto Bíblico y Oriental, que hoy se pone en marcha oficialmente con una conferencia de García Recio, funcionará este curso «en precario» en el Centro Cultural de Caja España, donde se llevarán a cabo hasta mayo una veintena de conferencias, debates, seminarios y cursos. Es previsible que tanto los fondos de la biblioteca como las piezas que conformarán el museo atraigan a relevantes estudiosos e investigadores de todo el mundo. Sin embargo, García Recio no quiere cotos cerrados. Botines será un museo, antes que nada, didáctico. Todas las visitas serán guiadas, con el fin de que los visitantes, de cualquier edad y formación, puedan conocer y disfrutar de la historia que encierra cada objeto. Para todos los públicos Este año el Instituto Bíblico Oriental impartirá cursos de egipcio jeroglífico, hebreo, latín y griego bíblicos, sumerio y acadio. Si se le pregunta a García Recio a quién pueden interesar estas lenguas muertas, inmediatamente responde que a cualquiera que quiera estudiar por el gusto de saber. Explica que, a través de estas dos últimas lenguas, es posible adentrarse en los fundamentos del Derecho, la botánica o la zoología. «Quien quiera conocer la Biblia y cómo es el hombre del Antiguo Testamento, tendrá que profundizar en Mesopotamia, por ello esas lenguas le serán muy útiles». De momento, ya hay inscritos veinte alumnos, la más joven de 9 años, además de otro de 15 que acudirá junto a su madre, ambos interesados en el hebreo bíblico. El edificio Gaudí, que actualmente apenas es utilizado para los consejos de administración de la entidad de ahorro y para exposiciones, transformará los actuales despachos en salas de investigación, biblioteca, museo y aulas. Es el proyecto cultural más ambicioso en el que se ha involucrado León, una provincia que ya hace 17 siglos inició una tradición orientalista que no ha abandonado nunca, desde los tiempos de la pionera Egeria.