Arde California

POR DESGRACIA, estamos muy acostumbrados a imágenes de incendios por la tele. No hace muchas semanas, veíamos cómo las llamas arrasaban zonas de Portugal y Cataluña. Es como una patética canción del verano. Familias enteras que lo habían perdido todo, en buena parte por obra de un taladrado. Realmente ya no sorprenden a nadie esas imágenes, salvo que resulten muy espectaculares, que es lo buscado por la tele, tampoco nos engañemos. Estos días, se quemaron más de 200.000 hectáreas en Los Ángeles, que aún recuerda el incendio de 1993 en Malibú. Como en toda catástrofe, ya hay muertos, docenas de casas consumidas y miles de familias con el alma en vilo porque el país sheriff del mundo, no consigue acotar las llamas. La noticia está justamente ahí, en el plano subliminal. Veíamos a los bomberos y voluntarios portugueses y catalanes hacer lo imposible, desgañitarse para impedir el avance del fuego, mientras las imágenes llegadas de California son otra cosa. ¿Dónde está la equivalencia a esa parafernalia triunfal que Bush despliega cuando la cosa va de bélica? Nos cuentan que por fin, el vaquero decidió tomar cartas en el asunto. Claro que, la tele nos mostró al flamante nuevo gobernador, Schwarzie para los amigos, llegando a Washington y enfundado en un traje (Por cierto, ¿que le cambien al sastre?), al parecer para el tema de las indemnizaciones...