La Seminci premia dos películas sociales de Irak y de Afganistán

Dos películas sobre la dura realidad social que se vive en una de las zonas de conflicto mundial ganaron ex aequo la Espiga de Oro de la 48 Semana Internacional de Cine de Valladolid: Osama, del afgano Siddiq Barmak , y Sangre y oro, del iraní Jafar Panahi. La Espiga de Plata recayó en la obra del noruego Bent Hamer , Kitchen Stories. El palmarés del festival contempla una mención especial para el sevillano Santi Amodeo por Astronautas. Sofia Coppola ( Lost in Translation ) ha recibido otro respaldo a su prometedora carrera cinematográfica con el premio Pilar Miró al Mejor Nuevo Director, a pesar de que debutó en 1999 en la gran pantalla con Las vírgenes suicidas. La hija del mítico realizador estadounidense también consiguió el premio de la Federación Internacional de Prensa Cinematográfica. La escritora Soledad Puértolas, miembro del jurado, reconoció que la decisión fue «muy difícil porque estuvimos horas y horas discutiendo». Asimismo, se concedió el Premio Especial al largometraje del alemán Wolfgang Becker, Good bye, Lenin. El Mejor Actor fue considerado Jaime Sives por su interpretación en Wilburg se quiere suicidar, de la danesa Lone Scherfig; Helen Buday obtuvo el Premio a la Mejor Actriz por su papel en El proyecto de Alexandra, del australiano Rolf de Heer. En la sección de cortometrajes el español Daniel Guzmán consiguió la Espiga de Oro por Sueños, un breve relato de diez minutos de duración que se remonta al verano de 1974. Otro miembro del jurado, el actor Roberto Enríquez, desveló que la película de Amodeo estuvo en la lista de favoritas para conseguir el máximo galardón. El argentino Eduardo Blanco, tras reconocer que le gusta más interpretar papeles como en El hijo de la novia que formar parte de un jurado, dijo que han primado dos películas que narran «problemas sociales que nos quedan muy lejos y que , debido a su argumento, tendrían más difícil entrar en el cine comercial que se proyecta en las grandes salas». El Premio del Público que organiza el periódico El Norte de Castilla a través de una votación popular de los espectadores recayó en Las invasiones bárbaras, del canadiense Denys Arcand. El nuevo cine de Afganistán Osama es el primer largometraje rodado en la nueva era de Afganistán, aunque la historia se remonta al periodo de máxima represión del régimen talibán, evidenciado en el papel de sumisión que padecían especialmente las mujeres. La crítica social que describe Barmak se centra en las penurias de una niña de doce años y su madre, que se ven abocadas a la miseria cuando, con la llegada de los talibanes a Kabul, pierden su derecho a trabajar y la posibilidad de salir solas a la calle, puesto que no tienen a ningún varón en la familia que vele por ellas. La madre y la abuela deciden entonces hacerla pasar por un chico, lo que llena de terror a la muchacha, angustiada por lo que puede pasarle si se descubre su verdadera identidad. El propio director había vivido el fanatismo talibán cuando se vio obligado a exiliarse a Pakistán: «Mi universo quiere ser un poema de amor que emerge por encima de las guerras, el humo y la polvareda». El realizador desveló que descubrió a la protagonista en plena calle.