Las obras del Musac, de 9.400 metros cuadrados de superfice, no estarán listas hasta la primavera del 2004
El Museo que fluye lentamente
En las próximas semanas una «piel» de cristales de varios colores recubrirá el exterior del edificio
¿Puede un edificio parecerse a los ríos de Castilla y León? Cuando los arquitectos madrileños Luis Mansilla y Emilio Tuñón definieron así su proyecto para el Musac (Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León), la mayoría de los que asistieron a la inevitable colocación de la primera piedra torcieron el gesto. Sonaba a pura filosofía. Han transcurrido 17 meses y, aunque aún restan al menos otros seis para la conclusión del nuevo gigante de Eras de Renueva, el edificio, visto desde los últimos andamios, parece, efectivamente, fluir. En pocas semanas, una «piel» de cristales de diferentes tonalidades recubrirá el hoy árido hormigón. Un espectacular envoltorio que -como ya ocurrió con el Guggenheim- previsiblemente tendrá tanta importancia como su contenido. El Musac, un proyecto que comenzó a fraguarse en 1995, no cumplirá los plazos impuestos por la Junta. Otros museos, diseñados con posterioridad, como los centros de arte contemporáneo de Salamanca, Burgos y Ávila, se han adelantado. El Patio Herreriano de Valladolid, con una de las más notables colecciones de arte del siglo XX -que León dejó escapar-, con obras de los grandes artistas españoles, desde Picasso a Tàpies, pasando por Chillida, Juan Gris o Barceló, se ha convertido en inevitable referencia y, por qué no decirlo, en temible rival. El de León apenas ha contado con 1,7 millones de euros (283 millones de pesetas) para adquirir las 394 obras que, de momento, conforman la colección permanente. Un presupuesto escaso tratándose de obras de arte. De ahí que los máximos responsables del Musac se hayan visto obligados a apostar por las vanguardias de las vanguardias; es decir, que en el gran museo de la comunidad sólo tendrán cabida los nuevos creadores; artistas aún no consagrados, ante la imposibilidad de competir con los grandes coliseos del arte contemporáneo, como el Reina Sofía, el Ivam, el Macba o el mismísimo Patio Herreriano. El presupuesto destinado a adquirir los fondos del Musac parece aún más desproporcionado si se compara con los 27 milones de euros (4.500 millones de pesetas) que costará el edificio, de 21 metros de altura, a pesar de tener una única planta. En el interior del inmueble, concebido como un «espacio optimista» de 9.400 metros cuadros, diseñado por los mismos autores del Auditorio, habrá, además de cinco salas de exposiciones versátiles (de 3.500 metros), restaurantes, tiendas, talleres y biblioteca. Durante varios meses la obra estuvo paralizada porque la Junta llegó a plantearse la construcción de un párking subterráneo, finalmente descartado. La gigantesca parcela, cedida gratuitamente por el Ayuntamiento, no permitirá a los visitantes acceder a él en coche. La fecha de apertura sigue siendo un misterio...