El Ermitage tiene la colección de pintura española más antigua de Europa

«La corte rusa fue la primera de Europa que mostró gran interés por la pintura española». Lo asegura Ludmila Kagané, la conservadora de la excepcional colección de pintura española del museo del Ermitage de San Petersburgo. Invitada por la fundación Ramón Areces, Kagané explica estos días en España cómo se conformó esta colección, iniciada por Catalina de Rusia, primera y temprana admiradora de Murillo, Velázquez o Ribera. Catalina II, la grande (1729-1796), acumuló más de dos millares de pinturas, entre las que se colaron las de los maestros españoles, «que eran entonces toda una rareza en Europa». «La primera galería de pintura española en toda Europa se inauguraría así en Rusia», recordaba ayer Kagané en un pulcro español que comenzó a practicar con los niños del guerra enviados a Rusia tras la contienda civil. Hoy el Ermitage tiene 180 pinturas de los grandes maestros españoles anteriores al siglo XX. Son pinturas en perfecto estado de conservación firmadas por El Greco, Ribera, Velázquez, Alonso Cano, Morales y sobre Todo Murillo, pintor con más de un veintena de obras entre las firmadas por él y por las procedentes de su taller. «El denominador común de las colección es su variedad».