Un edificio que vuelve su fachada hacia San Marcos

El Auditorio Ciudad de León fue inaugurado en mayo del 2002 después de diez años de proyectos y modificaciones, hasta convertirse en un edificio independiente (en principio se proyectó que compartiera instalaciones con el Musac) que supone toda una seña de identidad para este nuevo barrio leonés. Una identidad que quedará completada en breve con las instalaciones del Musac. Los propios arquitectos declaran que concibieron el Auditorio como un espacio que hace un «guiño» a San Marcos, que lejos de agredir al histórico edificio se complementa con él de forma que ambos configuran un «salón urbano» hacia la nueva parte de la ciudad. «El edificio mira a San Marcos, la pieza de la sala de exposiciones tiene justo la misma altura que el parador y está colocada exactamente a 90 grados del edificio», declaran los arquitectos, quienes aseguran que la fachada «tiene una composición moderna pero que, en cierta medida, se relaciona con el mundo opaco perforado que es el mundo de San Marcos». La fachada se organiza como un apilado de ventanas en el que «aparecen órdenes diversos: el perímetro de los huecos, que hace referencia a una geometría abstracta, y el hueco interior de cada ventana, fruto de las necesidades del interior». En definición de los autores, el conjunto se organiza en dos construcciones: el volumen principal, que acoge la sala con capacidad para 600 ó 1.200 personas, según las necesidades; y un segundo cuerpo que aloja las salas de exposiciones. El Auditorio es un edificio polivalente, pensado para congresos, exposiciones y actividades artísticas variadas; pero sobre todo para la música. Por eso el interior, minimalista, es sólo de madera, anillos curvados para conseguir una acústica óptima.