Diario de León

Novelista y escritora

«La novela y la aventura más bonita que existe es la propia historia»

La autora presenta esta tarde en el Club de Prensa de Diario de León «Enrique de Castilla», «una deuda de caballero que tenía con este personaje desde la adolescencia». Una l

Margarita Torres, doctora en historia medieval y escritora

Margarita Torres, doctora en historia medieval y escritora

León

Creado:

Actualizado:

A la hora de hablar de Enrique de Castilla , su último libro, Margarita Torres (La Bañeza, 1969) repite sobre todo la palabra honestidad. Honestidad con la historia, con el lector, con el personaje y su época. Y admiración por el caballero que le fascinó en la adolescencia, y que ve cumplida ahora la deuda contraída con su memoria. La escritoria, reconocida doctora en historia medieval, recorrió los lugares por donde transcurrió la azarosa vida del príncipe, hijo de Fernando III y hermano de Alfonso X, con la sensación de que era el personaje el que la conducía de la mano. El producto, editado por Plaza y Janés, es una novela que presenta esta tarde en el Club de Prensa de Diario de León, con el objetivo que persigue en todas sus aventuras literarias: «Que el lector viva la historia, disfrute con ella y la palpite, pero con honestidad, que sea él al final quien tome una postura». ­-Defíname la figura de Enrique de Castilla, lo que le pareció fascinante de él. -Básicamente es un hombre de su tiempo, el resultado de una corona de Castilla en la que los reinos de Castilla y León no se han unido bien, hay muchos enfrentamientos entre los nobles. Se emprenden campañas en Andalucía para hacer causa común y en ellas destaca un chico de 17 años, que comienza a convertirse en héroe, lo que provoca los celos de su hermano, Alfonso X, que lo ve como una amenaza porque no sólo es admirado sino que es agradable, trovador, y bien visto tanto por los nobles como por las mujeres. Cuando empieza su vida realmente, a la muerte de su padre, padece una serie de fracasos sucesivos que a cualquier persona le hubieran hundido. Quiere ser simplemente un caballero digno y le convierten en una especie de antihéroe y caudillo de una rebelión, vive una vida de mercenario en el extranjero, se enriquece, es prisionero durante veinte años entre la cordura y la locura. Al final consiguió salir adelante y regresar a Castilla, viejo y rico, pero sin nada de aquello por lo que había luchado. -¿Qué cualidades le hicieron fijarse en este personaje entre todos los de su época? -La gente no es ni blanca ni negra, hay grises. No hay grandes héroes ni tampoco grandes villanos. Los historiadores, que a veces somos muy crueles, relegamos a veces a personajes a un segundo lugar sin darles la oportunidad de explicarse, y eso supone que hay algo que rescatar. La memoria de Enrique de Castilla, en las fuentes inglesas, francesas, italianas, árabes e incluso aragonesas, excepto las de aquí, hablaban de un caballero afable, buena persona, amigo de sus amigos, honesto,... El ejemplo de buen caballero, mientras que la versión oficial a partir de la gran figura de su hermano Alfonso es un poco la del antagonista. No puede haber dos versiones tan contrapuestas de una persona. A partir de ahí empecé a trabajar sobre Enrique, y me sorprendió encontrar a un personaje fascinante. -Enrique de Castilla es un personaje que le fascina desde la adolescencia. ¿Cómo le descubrió? -En principio, a los trece años, era apenas una referencia en una enciclopedia. Había rasgos contradictorios, alguien no podía ser un gran héroe en Italia y un perfecto canalla en Castilla. Cuando estuve en Cambrigde tuve tiempo de saldar esta deuda de honor que había relegado durante mis estudios, empecé a leer las fuentes inglesas, luego fui a Italia, a París y a Túnez. Me atrevería a decir que fue el propio don Enrique el que me fue llevando de la mano. -A la vez que de Enrique, en el libro hace una revisión de la figura histórica de Alfonso X, que al parecer no tenía tantas virtudes como se nos ha querido hacer ver. -Desde hace unos años una nueva generación de historiadores estamos preguntándonos qué hay detrás de los grandes mitos. Qué hay detrás de alguien que parece demasiado perfecto. Detrás de los grandes personajes suele haber grandes carencias humanas. Estudiando el entorno de estos personajes te das cuenta de que en la corte de Fernando III, que es el padre de los dos, hay sabios, trovadores, poetas, hombres de ciencia,... Alfonso continuó con lo que ya existía, igual que todos los hermanos. Padeció además una enfermedad dolorosíma que, en momentos de crisis, le hizo tomar decisiones trágicas. Estos hechos le humanizan, no le convierten en la antítesis de lo que era. -Al principio de su libro dice: «Bienvenidos al siglo XIII». La sociedad y la corte de aquella época aparece perfectamente dibujada en la narración. ¿Qué rasgos destacaría de aquella época? -Por pura honestidad con el lector lo primero que hice fue leer los mismos tipos de obras que leen ellos, ver cómo se formaba un caballero del siglo XIII; y cosas cotidianas, cómo se llamaban los objetos, cómo se vestía un caballero, qué tipo de relaciones tenían, que por cierto eran más abiertas que las actuales. Leí muchísimas trovas, escuché música de la época, analicé cómo era la guerra, incluso qué sensaciones podían tener bajo una armadura que pesaba cuarenta kilos. -Para ubicar la acción también ha recorrido varios países, los escenarios donde transcurrió la vida de don Enrique. Al margen de la investigación en los archivos, ¿qué le han aportado esos paisajes? -He recorrido los que fueron entonces campos de batalla. Se trata de ir al lugar, oler, ver el cielo, conocer a la gente de allí, ver la luz, intentar adivinar dónde estaba cada uno. En el lugar original todo adquiere una dimensión distinta, el personaje se convierte en alguien vivo, que está contigo y te va contando todo lo ocurrido.

tracking