Martín Garzo: «Si no creyera en las hadas no escribiría sobre ellas»

Érase una vez un lugar en el que convivían los hombres y los animales. Había bosques frondosos y árboles llenos de pájaros, y duendes y elfos y gnomos y hadas bondadosas y hadas malvadas... En este escenario transcurre Tres cuentos de hadas (Siruela), libro con el que el escritor vallisoletano Gustavo Martín Garzo retorna a la literatura infantil; un género al que regresa de cuando en cuando, para escabullirse en un mundo en el que transcurren hechos extraordinarios. Y es que Martín Garzo entiende la Literatura como fascinación , tal y como explicará hoy, en el Aula Magna de Filosofía y Letras, en las jornadas universitarias sobre Literatura y Compromiso . «La literatura nos lleva a ese lugar del encatamiento. Vivimos buscando lugares así y la literatura es un medio para llegar a ellos». Si se le pregunta si cree en hadas, elfos y dragones contesta inmediatamente que sí; «de lo contrario, no escribiría sobre ellos». Estos seres fantásticos, en su opinión, «simbolizan el lado prodigioso de la vida. El mundo es un lugar abierto, no del todo conocido y donde todo es posible». A Martín Garzo le seduce esa idea de tesoro que encierran los cuentos tradicionales. «Los lectores», afirma, «son buscadores de oro». Y le encanta moverse por esos territorios que quedan fuera de lo racional, «donde habitan estas figuras que visitan el mundo de los hombres». Intuye que hablar de las hadas es una manera de reividindicarlas y que sigan entre nosotros. El autor vallisoletano ha bedido en las fuentes de la tradición oral y sus cuentos son, en cierta medida, herederos de los relatos de los hermanos Grimm, de Perrault o de Andersen. En el fondo, asegura, «el mundo de las hadas está muy cerca de la poesía, porque es muy simbólico». A Martín Garzo, Premio Nacional de Literatura y Premio Nadal, le gusta decir que es un poeta frustrado, aunque en toda su obra hay un barniz poético. Sin embargo, en el territorio del cuento es capaz de transportar al lector -sea un niño o un adulto- a mundos increíbles. Ni siquiera reniega de Harry Potter, «una obra que se instala en esa tradición anglosajona de la épica y la magia» y que «ha conseguido que los niños vuelvan a leer». Pero en sus libros infantiles subyace el deseo de contar lo que a él le habría gustado leer. Un nuevo libro Tres cuentos de hadas ha sido una «terapia», tras publicar La soñadora, porque escribir una novela es una tarea apasionante, pero «agotadora». Martín Garzo está a punto de publicar El pequeño manual de las madres del mundo , en el que hace un repaso a distintos prototipos de madres: la temerosa, la que cree que su hijo va a cumplir una gran misión, la ciega, la madre jirafa... Una visión entre poética y humorística, donde descubre las relaciones fascinantes entre los hijos y sus madres. Porque Martín Garzo es de los que cree que «el reino de la literatura es el reino de aquellas preguntas que no se han respondido todavía, porque no admiten cualquier respuesta».