Un misterio desconcertante

Una pintura llena de misterio, plagada de insinuaciones, de seres anónimos que se pierden en la bruma, reflejo fiel de la incomunicación que circunda al hombre moderno. Así podríamos definir los trabajos que estos días presenta en la galería de arte Ármaga el pintor cacabelense Fernando Vázquez Mourelo. Vázquez Mourelo estudió bellas artes en Salamanca y allí se afincó definitivamente como profesor de pintura de la Universidad salmantina. El artista berciano hace un pintura honda, que pretende contar historias. «Juego un poco con un expresionismo bañado de lirismo. Tengo influencias de mucha gente. En la etapa actual básicamente trato temas urbanos. Intento hablar de la soledad de la gente. De la gente que viaja hacia ninguna parte... pretendo reflejar de alguna manara al hombre contemporáneo con toda la circunstancia que lo rodea». Colores fríos, fundamentalmente grises y blancos, inundan sus lienzos. «En el arte -nos dice- es frecuente asociar las emociones a los colores, aunque esto es muy relativo ya que pertenece a una realidad cultural cambiante. Yo creo que los colores que empleo no son tristes, intento tratarlos más pictóricamente que emotivamente. Soy una persona que ha visto mucha pintura y que la ha estudiado profundamente, quizá por ello lo que pretendo es crear atmósferas, intento meter en el cuadro el misterio tratando de desdibujar formas. No quiero explicarlo todo, prefiero sugerirlo sin buscar en el espectador un estado de ánimo, por el contrario trato de suscitar una sensación plástica de conjunto. No creo que mi pintura tenga nada de triste, sí de misteriosa... de desconcertante». De lo que no hay duda es de que se trata de una pintura con fundamento, muy meditada, con gran contenido intelectual. Fernando Vázquez Mourelo se esfuerza en relatar el momento que le ha tocado vivir interpretándolo de manera muy personal, llenando de intriga la superficie de sus lienzos. Hombres en oscuras estaciones de tren, siluetas que se pierden en el abismo negro de las escaleras del metro, seres que se pierden en la niebla de la indiferencia... y todo rodeado de silencio, de esa pesada capa de silencio que aísla a los actores de la comedia de la vida cuando, viviendo su mundo interior, pierden el contacto con el estruendoso barullo de los rodea. Horario: La muestra puede verse de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 horas.