Paul McCreehs, el mítico director del Gabrieli Consort, llega hoy al Auditorio con su grupo
Cuando España está en el corazón
Interpretarán obras de culto, «In Nativitatem Domini Canticum» y la «Misa Minuit»
Considerado universalmente como el director más excepcional y versátil en el campo de la música antigua, Paul McCreesh, se presentará esta noche en el Auditorio de León al frente de su agrupación, el Gabrieli Consort and Players, otra de las formaciones con una reputación internacional de primer orden por sus interpretaciones de la música del Renacimiento y Barroco y especialmente Bach, Haydn, Mozart y Beethoven, para interpretar dos obras: Misa de media noche, y Nativitatem Domini Canticum, de un autor como Marc-Antoine de Charpentier, uno de los más grandes creadores franceses del siglo XVII-XVIII y de tan escasa difusión en España que a penas, a parte del famoso Te Deum , sintonía de la UER, se escucha en las salas de concierto. Escrita para ocho solistas, coro a cuatro voces, orquesta de cuerda a cuatro partes con flautas y bajo continuo, la Misa de Minuit , es la número 9 de las once que escribió el autor francés. Tal vez esta sea su obra más solicitada que servida como hoy la podremos escuchar en el Auditorio por un grupo de auténtico lujo, sin duda será uno de los conciertos más esperados de la presente temporada. Enamorado de España y en especial de su repertorio renacentista del cual dice es lo mejor de lo que se ha escrito en música coral, Paul McCreehs ha regresado a España hace unos meses con una de las obras maestras de todos los tiempos como es el Réquiem de Tomás Luis de Victoria para ofrecerla, siguiendo con ese obsesivo afán por las reconstrucciones historicistas, en el mismo lugar donde se estrenó, el Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid. Entender la partitura Para el maestro escocés el ser del mismo país del autor de las obras que se interpreta no es excluyente de que sean las referencias absolutas en esa materia porque, señala, «lo importante es la forma de entender la partitura, de enfocar la obra en sí, y no de cantarla con la pronunciación exacta. Ni en España se interpreta igual a Morales en el Norte que en el Sur. El decir, por ejemplo que Jordi Savall tiene un sonido único para esta música, es no haber comprendido nada de lo que se tiene delante. Eso mismo ocurriría con los ingleses. «¿Por qué The Tallis Scholars o The Sixteen, por mencionar a los más representativos, van a ser las referencias absolutas en la música antigua o de un período concreto? Ellos cargan todo el peso de las voces en los agudos. Nosotros tenemos cuatro secciones, donde tienen presencia tenores, barítonos y bajos, lo que nos posibilita ese sonido español, por el carácter masculino que consigue esa sonoridad tan especial», afirmó. «Creo -añadió el director escocés- que nosotros hacemos la música española de una manera muy distinta a la habitual y nuestras versiones suenan de otro modo porque nos tomamos muy en serio el aspecto vocal. Esto implica por nuestra parte que recurramos al estudio historicista de las voces para conseguir ese toque especial que hace que nuestro coro no tenga nada que ver con los de otros grupos ingleses». Paul Mc Creesh siempre se ha sentido atraído por la música española de ese período brillante de nuestra historia y al igual que el poeta chileno, lleva a España en el corazón. Aunque, dice, «Sé poco de España y lo poco que se es a través de su música que me parece deliciosa en comparación con la franco-flamenca o la inglesa. No sabría el porqué, pero creo que tiene algo que ver con su espiritualidad, que la dota de una gran fuerza interna. Desde el punto de vista técnico, con frecuencia se repiten las mismas estructuras, por ejemplo, de Palestrina», explicó el director escocés. «Pero la música española añade ese toque de apasionamiento que hace que me guste especialmente. Conozco el Réquiem de Victoria desde hace mucho tiempo. La grabé en 1994, y siempre lo consideré como el mejor de los Réquiem españoles. Es una obra que produce una sensación de minimalismo, con armonías generalmente lentas. No obstante, Victoria consiguió construir una intensa sensación de emociones utilizando cuidadosamente un número muy reducido de notas. Me gusta hacer esta pieza en todo su contexto litúrgico, porque no quiero reducirla a 35 o 40 minutos de polifonía. Si se hace al modo gregoriano antiguo, se convierte en una obra muy diferente, que crece muchísimo en su concepto». Hora: A las 20.30 horas en el Auditorio Ciudad de León. Precio: 24 euros (platea) y 18 euros (anfiteatro).