El fantasma

SUENA A BROMA, pero en principio las imágenes ya se pasean por las teles de medio mundo. Resulta que por el castillo londinense de Hampton Court vaga un fantasma, y los más aventurados ya le atribuyen dueña: se trata del espectro de Catalina Howard, una de las mujeres del terrible Enrique VIII, a la que mandó ajusticiar entre esas mismas paredes cuando descubrió que no llegaba virgen al matrimonio. Cuando salta una noticia así, imposible no acordarse del monstruo del lago Ness o de las caras de Bélmez o de tantas incidencias que evolucionan de anécdota a categorías sometidas a la presión de intereses varios, sobre todo turísticos. En principio hay imágenes, algo que pocos hechos supuestamente misteriosos pueden aportar. Suficiente para reforzar su condición de espectáculo mediático hasta que el filón se agote. Las cámaras de seguridad de Hampton Court, muestran en blanco y negro a una curiosa figura que, entre sombras, se acerca a cerrar unas puertas secundarias. No hay duda. Claro que hoy existen sofisticados recursos técnicos para desmenuzar esa secuencia y sacar una conclusión de fiar. Pero cuando eso se haga, los visitantes al castillo ya se habrán multiplicado. Y quienes planificaran la gracia les habrá salido de perlas. Con todo hay que reconocer que las teles españolas lo dejaron en simple curiosidad. Sin más