La tarjeta de Patrimonio ofrece múltiples ventajas a sus titulares
En Castilla y León hay apuntados 1.700 amigos del Patrimonio
La tarjeta permite colaborar con una aportación voluntaria mínima de 30,05 euros anuales
Castilla y León cuenta desde hace seis años con la tarjeta Amigos del Patrimonio, iniciativa de la Fundación del Patrimonio Histórico, que permite a empresas y particulares contribuir con la cantidad que desee a la restauración de bienes culturales. Esta tarjeta permite colaborar directamente con una aportación voluntaria mínima de 30,05 euros anuales. Su titular disfruta de múltiples ventajas, como el acceso preferente a las visitas guiadas a los lugares restaurados por la Fundación, a los viajes de turismo cultural o los conciertos que organiza la Institución; descuentos en el precio de las publicaciones y actividades; acceso gratuito a los Museos dependientes de la Junta de Castilla y León, y ventajas en los servicios y productos de las empresas o instituciones que colaboran con la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León. Además, los titulares de la tarjeta, que alcanza ya la cifra de 1.700 personas, reciben la revista trimestral Patrimonio, en la que se informa de las actividades y nuevos proyectos de la Fundación, así como de la situación del Patrimonio histórico de Castilla y León. Esta institución representa un modelo de colaboración entre una entidad pública, como es la Junta, y entidades privadas, como son las seis cajas de ahorros de la región. En este sentido, el director general de Patrimonio destacó la labor de mecenazgo que realizan muchas entidades privadas y puso como ejemplo la restauración de la catedral de Burgos, en la que, a las aportaciones públicas, se han unido las de empresas como el BBVA, Rhône-Poulenc o Winterthur. Con respecto a esta aseguradora, Sáiz destacó su «ingeniosa» iniciativa para recaudar fondos, consistente en la convocatoria de un concurso de pintura y la posterior venta de esos cuadros. «Esta idea sirve para, además de recaudar fondos, contribuir al fomento de la pintura y al descubrimiento de nuevos valores», explicó el director general. Además la aportación de entidades como la Fundación Caja Madrid o Iberdrola, Sáiz destacó la importante labor de las universidades de la región en la elaboración de proyectos que permiten posteriores intervenciones.