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Cuando divertirse es obligatorio

Bares y discotecas compiten con la televisión y con los planes alternativos en la última noche del año: la hostelería leonesa se prepara para entretener a cientos de personas

Publicado por
Ricardo Suárez - león
León

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Sólo faltan unas horas para que termine el año. Uno de esos momentos, esperados por algunos y odiados por otros, en los que se hace obligatorio tener planeado de antemano el transcurrir de tan señalada velada. Como cada año, la oferta se diversifica en dos frentes bien diferenciados; cenar en un hotel y disfrutar de la completa oferta que en todos ellos se ofrece, o bien cenar en casa y acudir después a alguna de las numerosas fiestas que se organizan en discotecas y bares musicales. La tercera y obvia posibilidad sería la de quedarse en casa toda la noche organizando su propia fiesta o contemplando los numerosos especiales televisivos que se emitirán en todas las cadenas. Dentro del primer grupo se puede optar por acudir al Hotel Conde Luna , un establecimiento clásico en la hostelería leonesa, que ofrece a sus clientes la posibilidad de disfrutar de cena y cotillón por 115 euros. Un menú compuesto de diversos aperitivos, caldo de buey, bogavante, roast beef, mousse de naranja y dulces navideños, que se verá completado con un gran baile amenizado por las orquestas Eros y Discoteca. Si deciden pernoctar en el propio hotel, una decisión que les evitaría coger el coche en una de las noches más problemáticas del año, la factura subirá hasta los 160 euros, incluyendo el desayuno del día siguiente. Si sólo se quiere asistir al baile cotillón el precio es de 45 euros. Algo más económica es la oferta del Hotel Cortes de León , ubicado en la carretera de Asturias. Por 135 euros se puede adquirir un forfait que incluye cena (compuesta por mariscos, ensalada de bogavante, lubina, pato, frutas y postres navideños), las uvas de la suerte y el cotillón. Unas sopas de ajo a las tres de la mañana, y una chocolatada a las cinco completan una sugerente propuesta que incluye una noche en una de sus confortables habitaciones. Si se desea prolongar la estancia y quedarse el fin de semana, los precios suben hasta los 150 euros, dos noches, y los 165 euros, tres noches. En el Hotel Temple , de Ponferrada, la oferta se desdobla entre el propio hotel y la discoteca anexa. La cena, que incluye copas y canapés de bienvenida, crema de nécoras, langosta, lechazo, postres y uvas de la suerte, tiene un precio de 63 euros por persona. Al tiempo que el baile, que comenzará a medianoche en la Discoteca Temple, con barra libre, cotillón, ropero y una entrada para la Noche de Reyes, tiene un precio de 45 euros. Si se quiere hacer las dos cosas el desembolso será de 99 euros, teniendo que sumar otros 25 euros si se quiere dormir y desayunar al día siguiente. Exclusivo y cosmopolita es el ambiente que se vivirá esa noche en el Hostal de San Marcos , uno de los paradores más bonitos de España que tiene ya reservadas todas sus habitaciones. Es absolutamente imposible encontrar plaza en una noche en la que se reunirán clientes venidos de toda España y de países como Francia, Inglaterra o Alemania, para celebrar una fiesta que también incluye barra libre y cotillón. La remodelación a la que está siendo sometido el establecimiento ha provocado que se disponga de un veinte por ciento menos de capacidad; pese a ello, son más de doscientas treinta las habitaciones disponibles en una convocatoria bendecida por el éxito. Frente a esta clásica oferta, que se repite año tras año con la única novedad del ajuste de precios, nos encontramos con que los códigos que rigen el negocio del ocio nocturno sí están experimentando cambios notables de un tiempo a esta parte. Aunque todavía se siguen organizando fiestas, especialmente en discotecas, en las que se ofrece barra libre, ropero, cotillón, seguridad y aforo limitado (una circunstancia que muchos agradecen), ya comienza a pasar a la historia la exigencia de vestir de rigurosa etiqueta. Los brillos y lentejuelas, que antaño distinguían a las clases más pudientes, han sido adoptados ahora por un sentido de la moda en el que todo se puede mezclar e intercambiar. Eso sin contar con que son miles los jóvenes que prefieren vivir esa noche con el mismo espíritu y la misma ropa que la que utilizan en las salidas de fin de semana. Las entradas para acudir a estas fiestas oscilan entre los treinta y los cincuenta euros. Conocedores de estos cambios sociales, cada vez son más los hosteleros que optan por mantener abiertos sus establecimientos sin ninguna variación. El obligatorio Barrio Húmedo , con su inabarcable oferta, los bares de las zonas de Lancia y el Burgo Nuevo, el barrio de El Cid, la calle Ancha, y las discotecas de la periferia, como Oh! León y Capital concentrarán entre sus paredes una auténtica marea humana, compuesta especialmente de jóvenes y adolescentes, que vivirán cada minuto con una intensidad que parece como si fuera el último de sus vidas. Entre las novedades de este año destaca la supresión, por parte del Ayuntamiento, de los actos que se celebraban enfrente de Botines durante las campanadas de fin de año. El habitual reparto de uvas y el lanzamiento de fuegos artificiales, una convocatoria que sólo congregaba unas decenas de personas debido a las bajas temperaturas, no ha podido competir con las campanadas más famosas de España, las que se retransmiten desde la madrileña Puerta de Sol para toda España. Si apabullante es la oferta nocturna en las calles de toda España, de locura se puede calificar la competencia entre las distintas cadenas de televisión para llevarse el gato al agua. Los anuncios más caros del año se emiten una noche en la que oferta se reduce a música y cine, eso sí, en todas sus posibles variantes. Como muestra podemos mencionar a Telecinco, que ofrecerá un especial de Aquí hay tomate , un programa especializado en destrozar la imagen y reputación de los famosos, antes de unas campanadas que serán retransmitidas por Manel Fuentes inaugurando el Fórum Barcelona 2004. Televisión Española, por su parte, ha recurrido a un clásico de la casa, el inefable José Luis Moreno, para la realización de una gala televisiva, de más de cinco horas de duración, que será presentada por Bertín Osborne, Mar Saura y María José Suárez. Las actuaciones de gente como Ana Belén, Rosario, Isabel Pantoja o Chayanne, amenizarán una velada con un claro y único protagonista; el mando a distancia. Los que abominen de la caja tonta pueden optar por pasar una nochevieja diferente yéndose a uno de los numerosos establecimientos de turismo rural diseminados por toda provincia y disfrutar esa noche con una cena casera acompañada de dulces típicos de la zona. También se puede optar por practicar deportes de riesgo, acudir a una estación invernal, ser solidario y colaborar esa noche con alguna ONG o, simplemente, quedarse en casa y montarse la fiesta recurriendo a los servicios de una discoteca móvil. Cualquier cosa con tal de hacer de ese momento un recuerdo inolvidable.