El director del Auditorio lamenta que sus quejas no tienen efecto

Daniel Sanz ha pedido a la Sinfónica de Castilla y León que le comunique con el suficiente margen los cambios para poder corregir los programas y poner avisos tanto en la página web del Auditorio como en las taquillas del mismo, «pero hemos recibido la callada por respuesta. Es una actitud intolerable y no estamos dispuestos a que se continúe con esta falta de información que se repite una y otra vez». Este galimatías programático nada tiene que ver con la calidad de las obras que en su lugar pone hoy en atril la orquesta, ni con la interpretación y lectura que de ellas se haga, pero sí es nuestra obligación lanzar este aviso a navegantes porque quien menos tiene la culpa de la desidia de los programadores de la Orquesta de Castilla y León es el público.