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León

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A lo largo de las sesiones se utilizaron dos clásicas denominaciones para calificar el excelente período literario en torno al cual giró el programa desarrollado en Burgos. Se pudo afirmar que la literatura de Castilla y León, en los últimos decenios del siglo XX y a principios del tercer milenio, ha atravesado y atraviesa una época al menos de plata, o mejor dorada, calificaciones que alcanzan también a los campos de la literatura infantil y juvenil, líneas de escritura creativa que el Congreso quiso subrayar sin tener precedentes para ello en la convocatoria congresual anterior. Pero se utilice o no tal terminología, lo que resulta incuestionable es que la literatura de Castilla y León ha vivido y vive uno de sus momentos más importantes, sino el más importante de todos, porque buen número de sus autores han cuajado y están cuajando una de las literaturas más varias, más ricas y más significativas entre las escritas en español. Esta constatación también pudiera invocarse diciendo que la Comunidad cuenta con escritores de primerísimo nivel en diversos géneros, siendo en no pocos casos verdaderos clásicos contemporáneos. Es cierto que las cotas alcanzadas por los distintos géneros no pueden medirse por el mismo baremo ni hacerse las mismas afirmaciones para ensayo y teatro que para narrativa y poesía. Teatro y ensayo tienen unos condicionantes muy específicos y gravosos. Sin embargo, en ambos géneros, en la escritura teatral y ensayística, el nivel de Castilla y León es muy digno, y hace concebir la esperanza de que se incrementará, a tenor de la ebullición teatral a la que se asiste y del interés que en el Congreso despertó el género del ensayo.