Valderas cree necesario otro espacio escénico, aunque no hay dinero
El Ayuntamiento encarga un informe del Teatro Emperador
Los técnicos averiguarán el estado del edificio antes de su eventual adquisición
Imagen de archivo en la que dos empleados remozan el Emperador
La intensa programación del Auditorio -sin apenas días libres hasta agosto- han convecido al concejal de Cultura, Alejandro Valderas, de la necesidad de contar con otro espacio escénico. El Ayuntamiento ha «desempolvado» el viejo proyecto para adquirir el Emperador, pero antes de alcanzar ningún compromiso con la empresa propietaria del teatro -la Elde-, encargará un informe técnico, con el fin de averiguar tanto el estado de conservación del edificio, como el coste de las reformas necesarias y de adaptación a la normativa actual. De momento, Valderas adelanta que, en cualquier caso, no podrá ser este año, ya que los presupuestos están cerrados y «no hay dinero». En los próximos días el arquitecto municipal, Miguel Martínez Puente, y los dos programadores culturales del Ayuntamiento, Daniel Sanz (Auditorio) y Senador Puente (Red de Teatros), revisarán a fondo el inmueble construido hace 53 años, donde hace tiempo, por motivos de seguridad, se clausuró el segundo anfiteatro. Las negociaciones para municipalizar el Emperador se remontan al año 87, siendo concejal de Cultura Maximino Cañón. Desde entonces, las peticiones del dueño de la Elde, Juan Ramón Gómez Fabra, han variado sustancialmente. Hasta hace unos meses el Emperador acogía regularmente la programación de la Red de Teatros, pero Valderas, en un intento de reajustar el presupuesto de su concejalía, desvió estas actuaciones al Auditorio; lo cual ha supuesto un recorte de ingresos para la Elde. La última oferta de Gómez Fabra consiste en permutar el teatro por el párking de Santa Nonia; una parcela de 4.000 metros cuadrados, propiedad de la Diputación, donde la Elde quiere levantar un complejo de ocio con multicines, una galería comercial, un aparcamiento subterráneo y espacios de ocio. Una operación que exige el beneplácito de la Diputación. Según Valderas, no se trata de una oferta cerrada, «ya que se nos han propuesto otras alternativas a la permuta, como un canje, la venta o un convenio de explotación». Pese a que en el actual curso el Auditorio ha aumentado los ingresos por taquilla, la saturación de programación impide al Ayuntamiento rentabilizar económicamente esta sala, alquilándola para congresos y otras actuaciones ajenas a la programación municipal. Valderas se negó ayer a dar plazos. «Los informes llevan su tiempo», dijo por toda respuesta.