León y Aranda de Duero, principales focos de venta de las falsificaciones

Los falsificadores han actuado impunemente durante años. En la década de los setenta, cuando Vela Zanetti se consolidaba como uno de los mejores pintores del momento, comenzaba paralelamente un mercado fraudulento de su obra. Y el principal foco estaba, precisamente en León, al igual que la mejor clientela del artista burgalés. Según ha podido averiguar la Fundación Vela Zanetti, los cuadros eran plagiados cuando sus recientes compradores los llevaban a enmarcar. El «copista» leonés pudo ejercer impunemente su «trabajo» amparado por la ley: superaba la edad penal. El falso pintor realizaba series de tres en tres o de cuatro en cuatro de una misma obra. Incluso él mismo era propietario de algunos originales de los que rápidamente ponía en circulación las correspondientes réplicas. Pero ha sido en los últimos años cuando han empezado a salir a la luz las falsificaciones. El fallecimiento de quienes adquirieron inicialmente las reproducciones y el deseo de ganar dinero de sus herederos han permitido localizar un buen número de obras que no son auténticas. También en el año 2000, la policía detenía a un galerista de Aranta de Duero, implicado en la venta de obras falsas del artista burgalés. La creación de la Fundación Vela Zanetti, que verifica por poco dinero la autenticiad de las obras, y la campaña desatada desde esta institución alertando de la existencia de numerosas copias, han animado a muchos propietarios a comprobar si el cuadro que poseen es un original.