«Confesiones de mujeres de 30» llega al Auditorio sin Anabel Alonso

Confesiones de mujeres de 30 , uno de los éxitos teatrales de la pasada temporada, llega a León sin el aliciente de Anabel Alonso, actriz protagonista junto a María Pujalte y Cati Solivellas. Ana Rayo, conocida por su papel en la serie Javier ya no vive solo, suple a la popular lesbiana de Siete vidas. El éxito del espectáculo reside en la sinceridad con la que su autor, el brasileño Domingos de Oliveira, convirtió en guión teatral las confesiones de varias actrices sobre diferentes experiencias de sus vida. El montaje triunfó primero en Brasil, luego en Argentina y México y más tarde en España, donde lleva de gira más de un año. Las protagonistas desnudan sus problemas ante el público, desde sus fracasos sentimentales a sus complejos, sus anhelos y las primeras arrugas -sin obviar el sexo-. Todo lo que le preocupa y le ocurre a una mujer en plena crisis de los treinta; aunque, contadas desde el escenario, las tragedias cotidianas resulten irresistiblemente cómicas. Las propias confesiones y el lenguaje de sus protagonistas discurre por diferentes caminos del humor, desde el sarcasmo al cinismo. La directora de Confesiones de mujeres de 30, Lía Jelín, ha llegado a definir la obra como «un bombón envenenado, que llega hasta el fondo del dolor para extraer la risa». Y es que se mueve en esa línea finísima de la tragicomedia, un género tan genuinamente español, donde, llegados a un punto, los espectadores dudan entre llorar o reir; según se mire, hay vidas que son un auténtico desastre. Y Ana Rayo, María Pujalte (un rostro muy conocido por la serie Periodistas ) y Cati Solivellas -una actriz revelación- hacen un completísimo balance de su existencia: no haber «cazado» un marido, las primeras «traiciones» de un hasta entonces espléndido cuerpo, la necesidad de estar atractivas, los fracasos laborales y las angustias que aquejan a la mayoría de las mujeres brotan de sus labios como si el espectador fuera la cuarta amiga, el psiquiatra o un confesor. Pese a lo que pueda parecer, no se trata de una obra «para mujeres», aunque es una de las pocas ocasiones en las que un reparto es exclusivamente femenino. Las actrices hacen un punto de inflexión en sus vidas, en un momento en el que la juventud se les escapa y es demasiado tarde para subirse a algunos trenes. Con estos antecedentes, una mujer de treinta se guarda muy pocas cosas. No en vano, ha estado callada durante cientos de años... Lugar: Auditorio. Hora: 21.00. Precio: 9 euros.