Este artista emplea una técnica muy depurada para conseguir obras de gran sugerencia
Albino Fuente muestra su melancólica visión del arte en la sala Bernesga
En la exposición pueden verse paisajes y marinas tomados de escenarios asturianos
Blanco sobre blanco (sábanas al aire, pueblos bajo el sol). Otoño sobre otoño (melancolía de hojas doradas sobre tierra parda). Soledad tras la ventana (mujeres de espaldas con la mirada perdida en un horizonte de eternidad). El silencio del enigma (misterio de los caballos asturcones que anuncian el amanecer en la playa). Geometrías de la palomas y flores (... y las vetas del árbol resucitan por el milagro del color). En la espléndida pintura del asturiano Albino Fuente hay una extremada pasión por el dibujo, un singular cuidado en el empleo del color, y un pozo sin fondo de sugerente melancolía. Fuente es un pintor de ensueños, capaz de plasmar esos instantes que todos vivimos en ocasiones y que muy pocos saben reflejar y perpetuar. Son esos momentos mágicos en los que el sueño nos transporta a la realidad... o en los que la realidad nos traslada a la ensoñación, y que, cuando los rebobinamos desde el recuerdo, no sabemos muy bien si existieron o fueron solamente fantasía. Para ello emplea unos estupendos fundamentos pictóricos, el artista está sobrado de técnica y de intuición y es capaz de inventar nuevos caminos plásticos para hacer realidad sus visiones virtuales. En sus cuadros, siempre sobre tabla, se aprecia claramente el gran cuidado con el que se toma la composición, haciendo ejercicios de sumo virtuosismo en los que muchas veces su piedra angular es una paloma, un gorrión, o un gato que cobija su negra figura en la sombra. «Mis cuadros -comenta Albino Fuente- parten de una idea que normalmente plasmo en una fotografía, para después trabajar sobre ambas cosas en el estudio. Los escenarios de mis obras son habitualmente asturianos. Mi color preferido es el blanco y las modelos de los cuadros que pueden verse en esta exposición son mis hijas». Fuente pinta pueblos blancos, sábanas blancas, claveles blancos, mujeres de blanco que en ocasiones tienen un cierto guiño daliniano... y es que el artista está en el filo del surrealismo, solamente le falta para sumirse en él permitir que los sueños se impliquen un poco más en sus trabajos, quizá algún día rompa totalmente esas ataduras que le ciñen a la realidad y la melancolía que impera en sus obras se convierta en osada y desbordante fantasía. «En los paisajes, sobre todo en las marinas -desvela el pintor sus secretos-, aprovecho la veta de las maderas sobre las que trabajo para que se conviertan en las marcas de la tierra, en la estela de las nubes en un amanecer, o en las líneas que deja la resaca del océano en la arena de la playa. Yo lo que hago es pintar, y después froto la madera hasta que aparece la textura de la madera». En conclusión, las obras de Albino Fuente conforman una muestra para ver despacio, para deleitarse con cada composición, para sumergirse en el misterio, para degustar el color y las texturas, para sentir la emoción que transmiten unos escenarios saturados de melancolía. Horario: De 12.00 a 13.30 los laborables, y de 12.00 a 14.00 y de 19.00 a 21.00 los festivos.